El local se encuentra en Maldonado 1970 y abrirá sus puertas al público a la brevedad. La importación e instalación de los equipos (de acero inoxidable importados de Estados Unidos), la sala de refrigeración, el piso, los muebles del local o las latas de las cervezas, y todo aquello que forme parte de la fábrica, se traduce en una inversión de 500 mil dólares.
“Arrancamos de mañana picando los granos de malta. Por medio de tubos se trasladan a una olla donde se mezclan los granos picados con agua durante una hora. Luego se filtra todo ese grano y el líquido continúa su transcurso para luego hervir y fusionarse con los lúpulos (que le dan el amargor, el sabor y el aroma de la cerveza). Luego fermenta por aproximadamente 7 días, madura unos 5 más y se envía a otra máquina donde el CO2 es empujado por una piedra creando burbujas chiquitas que dejan la cerveza carbonatada" fueron las palabras de Francisco Sánchez, uno de los 4 hermanos socios.
Mala Fama ofrece 8 recetas distintas de cerveza al mes alejándose completamente de la oferta típica de cerveza artesanal. Además, los socios decidieron enlatar en la propia fábrica ya que “se recicla un 99% más y la descomposición es muchísimo más fácil y rápida. Asimismo, no le entra luz a la cerveza y para el gusto es mucho mejor. El plástico que sostiene las 4 latas es muy práctico de transportar. Es reciclable y ya fue usado previamente. Es la primera cervecería de Uruguay que que enlata acá con una enlatadora importada de Canadá".
La gastronomía no va a quedar a un lado, es por ello que se incorporaron 3 socios: Federico Lidner y los hermanos Deal, socios de Sánchez André en los restaurantes Chivipizza de Punta del Este. Bajo las instrucciones de Juan Carlos Diemarch (dueño del Estrecho en Ciudad Vieja), Mala Fama ofrecerá platos que mezclan la cocina moderna con la parrilla tradicional Uruguaya y cuyo ingrediente final será la propia cerveza.
Además de la cervecería, los socios emprendedores proyectan incursionar en otros vértices del rubro de la bebida. Es por ello que los hermanos Sánchez André y su socio del agua mineral Federico Lidner compraron la famosa “Vertiente del Ángel”, a 5km de Pan de Azúcar y 35km de Punta del Este, una vertiente de agua mineral que se remató a principio del año.
La idea de los socios es restablecer esta marca mítica, que nace a raíz de una historia conmovedora cuando 2 alemanes jubilados se instalan en Uruguay y compran la chacra con la idea inicial de dedicarse al negocio de la huerta orgánica. Sucede que, luego de muchos varios intentos les resultó casi imposible dar con un pozo de agua para satisfacer la huerta.
Estando al borde del abismo y a punto de vender el campo, el alemán decide hacer un último intento y hacer un pozo bien lejos del casco, mientras tanto su esposa, muy creyente, optaba por rezar. “Resulta que terminaron dando con una de las vertientes más grandes y de agua más pura de todo el país dando paso al nacimiento de “La Vertiente del Ángel” y comenzando a abastecer al mercado tanto en Pan de Azúcar como en Punta del Este, por ejemplo al restaurante de alta gama La Bourgogne”. comentó Mauricio Sánchez, otro de los hermanos emprendedores.
La vertiente tiene una profundidad de perforación de 61m y el caudal aforado de extracción es de 9000 Lts/h. Además, la propiedad cuenta con envasadora, gasificadora, generador de ozono y tanque de enfriamiento. El sueño de los 4 socios es también unificar la vertiente y la cervecería, ya sea utilizando esa misma agua para la fabricación de las cervezas Mala Fama o colocando una cervecería en el propio terreno de la vertiente, aunque entienden es algo pronto para esto.
Conocé la cervecería haciendo click aquí https://www.instagram.com/cerveceria_malafama/