Un modelo educativo que aplica evidencia científica para mejorar el rendimiento escolar (y que ya se implementa en un colegio en Uruguay)

Las dos sedes de North Schools, ubicadas en Ciudad de la Costa y Punta del Este, son pioneras en implementar un sistema que propone la flexibilidad, la conexión con la naturaleza y la transparencia en lo pedagógico.

La red educativa Itínere, que se sustenta en la generación de ciudadanía global, la calidad educativa, el trabajo en red y el impacto social para implementar innovaciones en el aula que repercutan en mejores resultados educativos, trabaja hoy con foco en las experiencias y evidencias sobre cómo el espacio y el movimiento impactan en la atención, la motivación y el bienestar de los estudiantes. 

En ese contexto, su fundador, el argentino Darío Alvarez Klar, reveló las claves de un sistema que hoy se implementa en varios colegios en Argentina y Uruguay. En el caso de Uruguay hasta el momento son dos los centros educativos que llevan adelante esta iniciativa: las dos sedes del colegio North Schools, ubicadas en Punta del Este y Ciudad de la Costa (Canelones).

“El modelo educativo más tradicional, industrialista y homogeneizante, con el que nació la escuela moderna, está agotado. Ese modelo ya no tiene validez en el contexto actual”, afirmó Alvarez en una ponencia con periodistas en la que participó InfoNegocios.

El trabajo que realizan desde Itínere se basa “en tres variables arquitectónicas que atraviesan lo pedagógico: flexibilidad, conexión con la naturaleza y transparencia”.

En términos de flexibilidad, el objetivo es romper con la “lógica muy rígida” de los espacios escolares actuales, con base en investigaciones científicas que comprueban la efectividad de este sistema.

Asimismo, aludió a la “conexión con lo verde”. “Nosotros tenemos escuelas en entornos naturales —en Punta del Este, en zonas boscosas, cerca de la costa—, pero también en ciudades. Lo verde puede incorporarse en cualquier contexto: una planta que cuidar, una huerta en el balcón o una pecera en el aula”, aludió Alvarez.

En cuanto a la transparencia, el experto dijo que “los muebles ayudan”. “En nuestras escuelas hay mucha transparencia. La transparencia no solo deja pasar la luz, también comunica. Algunos piensan que distrae; nosotros creemos que une. Cuando todo es visible, accesible, conectado, los espacios son más tranquilos, menos caóticos. Al contrario de lo que podría suponerse, un entorno abierto y transparente genera orden, distensión y bienestar”, expresó.

De acuerdo con lo expuesto por el líder de Itínere, la “educación significativa debe ser personalizada y adaptativa”: “Necesitamos conocer a nuestros alumnos, vincularnos, entender qué necesitan. No todos aprenden igual ni al mismo ritmo”.

Esa adaptación implica el uso de tecnologías, pero también una “organización flexible”, con grupos dentro y fuera del aula, co-docencia entre maestros y autonomía creciente según la edad.

“La educación debe generar autonomía, entusiasmo, sorpresa e interacción. Queremos aulas donde los niños se encuentren con otros, compartan intereses y trabajen en proyectos comunes”, manifestó.

Todas estas prácticas no solo suenan bien: tienen impactos que son medibles. Itínere viene trabajando desde hace varios años con el reconocido investigador en neurociencia Fabricio Ballarini y su equipo.

La aplicación de este conocimiento científico en las clases se da a través de comparar situaciones, detectar patrones y trabajar para mejorar de manera activa. En este sentido, “¿Qué pasa con el uso del celular, con la actividad física, con el tiempo de atención, con la autonomía? Por ejemplo, está comprobado —y lo confirmamos con nuestra propia red— que 25 minutos diarios de actividad física mejoran los aprendizajes. Lo que antes era una percepción, hoy tiene respaldo científico y neurocientífico”, puso como ejemplo Alvarez.

“Pero lo importante es que esos hallazgos vuelvan al aula. Los resultados no deben quedar en manos de los investigadores, sino servir para mejorar las prácticas. Los docentes necesitan comprender para qué les sirve cada dato”, consideró.

Otro ejemplo de un descubrimiento llevado a la práctica con decisiones concretas es la incorporación de estímulos sensoriales. “Descubrimos que el aroma puede influir en la memoria: si un alumno estudia un tema nuevo con determinado olor y lo repasa antes de dormir, el aprendizaje se fija mejor. Esto se publicó en Nature, y nosotros lo probamos en nuestras escuelas”, apuntó.

La experiencia en Uruguay de Itínere ya ha mostrado “resultados alentadores”, según su creador, a saber: mayor asistencia escolar, mejor clima de aula y niveles más altos de motivación y bienestar.

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Impulsando un modelo que concibe a la escuela como un ecosistema de vínculos, ciudadanía y transformación social, North Schools no es solo educación e innovación: es una propuesta con herramientas reales para la vida. Hoy en ¡Hay Equipo! te mostramos quiénes están detrás de North Schools: un espacio que inspira a las futuras generaciones.

Una empresa con propósito: el modelo serviport

(In Content) En un mercado donde la confianza y la eficiencia marcan la diferencia, Serviport se consolida como una de las empresas líderes en seguridad física, portería, limpieza y seguridad electrónica. Con presencia activa en Montevideo, Punta del Este y distintas localidades del país, la compañía uruguaya ha logrado construir un modelo de gestión moderno, transparente y sustentable, basado en la profesionalización de sus equipos y la mejora continua.