El Índice Global de Complejidad Empresarial (GBCI) de TMF Group pone a varios países fuertes de la región, como Argentina y Brasil -entre otros-, dentro de aquellos con mayores obstáculos y dificultades para hacer negocios. Para ser más precisos, en el caso de Latinoamérica, son varios los países importantes que ocupan los primeros puestos del listado, siendo en este caso los primeros lugares de complejidad. Por ejemplo, Brasil, México, Colombia, Perú, Bolivia y Argentina son parte del top 10 de países más complejos del mundo a la hora de hacer negocios.
Para entender mejor estos datos, vale señalar que el GBCI analiza cerca de 80 países que representan el 92% del PBI total mundial y el 95% de los flujos globales netos de Inversión Extranjera Directa (IED). El GBCI compara 292 indicadores de seguimiento anual, ofreciendo datos acerca de aspectos clave para hacer negocios: plazos de incorporación, nóminas y beneficios, normas, reglamentos, tipos impositivos y otros factores de cumplimiento.
Los datos más relevantes de esta 10ª edición del GBCI de TMF Group indican que Estados Unidos ya no está entre los diez últimos puestos -los lugares más fáciles para hacer negocios- y que Dinamarca, Reino Unido y Hong Kong se mantienen firmes en sus puestos entre los diez lugares menos complejos.
¿Por qué Uruguay es la excepción?
En un contexto en el que la mayoría de los países de Latinoamérica cuentan con factores que complejizan la inversión, Uruguay aparece como uno de los que prestan mayor facilidad. De hecho, nuestro país se encuentra en el lugar 35 del ranking, lo que representa una mejora respecto de 2022, cuando ocupó el puesto 27.
En América del Sur, el único con mayores facilidades para realizar negocios es Ecuador, que se ubica en el puesto 40.
Según el análisis de TMF Group, los factores que llevan a Uruguay a destacarse en la región son su sólida estabilidad política y social, sustentada en una democracia consolidada y una fuerte seguridad jurídica, así como el establecimiento de reglas claras y estables para inversionistas, ya sean uruguayos o extranjeros, independientes de los cambios políticos en el país.
También se destaca por su localización estratégica para la región y el mundo -con un claro y estable régimen de Zonas Francas-, la infraestructura logística de primer nivel, la tecnología de punta en telecomunicaciones y la mejor oferta energética basada en fuentes renovables. También se reconocen los recursos humanos altamente competitivos, calificados y multilingües.
Comparación con el resto del mundo
Más allá de su lugar de privilegio en América del Sur, a nivel global Uruguay es calificado como un país de complejidad media, con una puntuación general de 6 en la escala (siendo 0 el menos complejo y 10 el más). La mejor evaluación las tiene en las categorías “uso de tecnología” con un 2, “posicionamiento internacional” también un 2, “representación corporativa” 2 y “nivel de descentralización” con 0.
En una complejidad media se encuentran las categorías “requisitos legislativos” (6) y “derechos laborales” (6), y en una complejidad alta “planificación y cronogramas” (8), “registro de compañías” (7) y “penalidades y responsabilidad” (7).
Dentro de las áreas específicas de negocios, el índice asigna un nivel de complejidad media para “contabilidad e impuestos” (5), “nómina y recursos humanos” (5) y “reglas, regulaciones y penalidades” (6).
Como conclusión general, el estudio afirma que Uruguay es un país muy enfocado al futuro; donde la tradición y la simplicidad tienen valor, la tecnología se implementa de manera efectiva para simplificar los requisitos comerciales, y la legislación y las prácticas están bien alineadas con los estándares internacionales.
Asimismo, se reconoce un esfuerzo significativo para atraer inversión extranjera directa, y se espera ver un aumento significativo en la cantidad de inversión de empresas extranjeras en los próximos años.