Si bien el proceso de transformación del parque automotor es de largo aliento, Uruguay se encuentra en una situación ideal para insertarse, a nivel regional, en el desarrollo de flotas empresariales y transporte público eléctricos.
“Esto es lo que se viene –dijo Paganini en declaraciones tomadas por el semanario Crónicas– y Uruguay tiene que estar en esa ola. ¿En qué rol? En el rol que tiene un país pequeño con un mercado lejano (…) Hay que pensar más el uso del auto y del transporte público eléctrico; hay que ir en esa dirección”.
Estos dichos nos sirven para recordar que en Uruguay, el impulso a la movilidad eléctrica viene dándose desde 2010, avanzándose en distintos objetivos y prioridades, como por ejemplo la electrificación del transporte público urbano.
En el caso de los ómnibus hay, actualmente, uno que circula por Montevideo y otro por Las Piedras, pero se prevé el ingreso de 30 ómnibus eléctricos más en la capital y tres en el Interior. La idea a futuro es que las empresas de transporte público de pasajeros puedan cambiar sus vehículos contaminantes a gasoil por uno eléctrico. La proyección que hacen es de 100 ómnibus.
En el caso de los taxis eléctricos, actualmente circulan 62 autos en Montevideo, previéndose como objetivo llegar a un mínimo de 200 unidades en los próximos meses.
Con respecto a la electrificación de flotas de empresas, existen al menos 20 compañías que ya optaron por la renovación de la totalidad o parte de su flota, existiendo 120 vehículos circulando por la ciudad. En este caso, según datos de la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), la flota eléctrica más grande del país es la de ellos, con 92 unidades que ya han recorrido más de 1.800.000 km.
En el caso de los vehículos particulares, que cabe aclarar existen distintos modelos y marcas con distintas autonomías –como por ejemplo el Renault Zoe con autonomía de 210 km, el Peugeot Partner con 170 km o el BYD e6 con 350 km–, hasta el momento hay 206 autos eléctricos e híbridos enchufables que circulan por el país.
Para esto previamente se había definido que la Ruta Verde –proyecto impulsado por UTE y que terminó transformándose en la primera ruta eléctrica de América Latina– tuviera puntos de carga con distancias en el entorno de los 80 kilómetros. Esta red de carga cubre actualmente 62 puntos en el país, situándose en 16 departamentos y abarcando 36 localidades.
Este año la idea es densificar la red y pasar de un cargador cada 80 km a uno cada 50 km.
En suma, hoy puede decirse que en Uruguay, entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico, existe un corredor turístico de movilidad eléctrica que cuida el medio ambiente.
El futuro llegó, hace rato.