De ahí la necesidad de invertir bien para llegar a viejo sin necesidades económicas. “Asegurarnos una vida digna cuando ya no podamos trabajar más, depende en gran parte de nosotros, de nuestro trabajo, ahorro e inversión: esa es la clave de nuestro bienestar futuro”, afirma. Así, con una escritura sencilla a prueba de los más inexperientes e ignorantes en el tema y un diseño atractivo Shellman ofrece una guía para “todos los uruguayos que quieren aprender a invertir bien”. “Invertir no es difícil, pero no es lo que pensás”, dice
Shellman nació en Denver, Estados Unidos, y mientras trabajaba en el Banco de Boston en 1985 le ofrecieron armar el departamento de crédito en la sucursal del banco en Uruguay. Cuando el avión aterrizó en Montevideo, quien la fue a buscar al aeropuerto fue el primer uruguayo al que conoció y, unos años después, su esposo.
“Los primeros 20 años de mi carrera trabajé en bancos internacionales. Además fui consultora en el Banco Central del Uruguay y muchos bancos de plaza. Después de la crisis de 2002 fundé Shellman Wealth, una de las primeras empresas de asesoramiento de inversiones independientes del país. En el 2008, desarrollé con la Universidad de Montevideo el primer programa local para profesionales, el certificado de Asesoramiento de Inversión (CAI). Fui fundadora de la Cámara de Asesores de Inversión de Uruguay (CAIU) y la CFA Society de Uruguay”, explica en la web.
Me convertí en una experta en todo lo que tiene que ver con el dinero. “Mi gran expectativa es dejar rumiando el tema, que todos comencemos a pensar diferente sobre el problema de la jubilación y así poder resolverlo definitivamente. Además, la autora invita a quienes quieran a ingresar en la web del libro, registrarse a la newsletter o enviar una consulta: “Prometo contestarlas todas”, dice.
Mientras tanto, Shellman aceptó responder algunas preguntas de InfoNegocios:
En los principios del libro decís que "el regalo de la reinversión es como los 'puntos del comprador frecuente' que recibís por mantener todo tu dinero invertido siempre. Pero pasadas las páginas, también llegas a la conclusión de que "cada vez que entrás en ese juego terminás dándole la mayor parte de ese retorno genuino y tu regalo de la reinversión a la industria financiera". ¿Cómo salimos de este jeroglífico?
Todos estos conceptos están relacionados entre sí, con otro que es el más crítico. Existe un retorno genuino que proviene del valor que las empresas en su conjunto agregan. Generan ganancias por ese valor y usan esas ganancias para pagar a sus proveedores y a sus trabajadores. Después distribuyen lo que queda a sus inversores. El retorno genuino depende del mundo y de la situación económica pero a largo plazo es bastante predecible. Las accionistas ganan más pero sus retornos son más variables año a año y los bonistas ganan menos y sus retornos más estables. Los vehículos de inversión o lo que yo llamo los aviones de inversión pueden ser de dos tipos: los bonos y las acciones. Los bonos son como fuselaje, y las acciones son el motor. Como inversor, tenés que definir la relación entre el motor y fuselaje. Si sos joven y querés ir lejos, necesitas un avión con más motor. Si sos más grande, especialmente si ya estás usando tu capital para vivir, necesitas más fuselaje y menos motor. En la aplicación de la página te ayudamos definir tu plan de viaje y la relación entre fuselaje y motor dependiendo de cuán lejos tenés que ir y cuántos años tenés.
Una vez que definís esta parte, la segunda cosa que tenés que hacer es cuidar los costos. El retorno promedio genuino anual a largo plazo en acciones es 9% y en bonos es algo como 4% pero esto es antes de los costos asociados. No podes invertir en el mundo sin la industria financiera, como tampoco podés comprar comida sin supermercados en medio. La industria financiera, los bancos, corredores de bolsa y los pilotos cobran por sus servicios y está bien que lo hagan. Pero, como inversor tenés que aprender a ser un buen consumidor. Tenés que asegurar que entendés los costos asociados y quienes te cobran te agregan valor.
Uno de los mitos que mencionás es que invertir en ladrillos NO es la solución por diferentes motivos como que ante una eventualidad no es tan sencillo ni claro que vas a poder vender el inmueble al precio que vale ni en el tiempo que necesitás, además de que estás sujeto a variables en los contratos de alquiler y gastos del inmueble. ¿Cómo explicarías que esto no es una "turbulencia" igual de complicada y riesgosa que la de invertir en acciones de una empresa que de un día para otro puede cerrar y quedarse con tus ahorros? ¿Tan claro es que invertir en ladrillos es inferior a hacerlo en una institución financiera?
Para mí el cambio de cabeza grande que todos los uruguayos tenemos que hacer es entender que cómo invertís tu dinero no es una decisión independiente sino que afecta tu vida futura. Hay que dejar de pensar en las características de una inversión específica y pensar en invertir como la ÚNICA forma de lograr un futuro digno.
En un mundo donde la jubilación digna estaba asegurada, no importaba mucho cómo invertías tu plata. Hoy sí, por la sencilla razón de que vas a necesitar mucho dinero cuando te jubiles para vivir. Si tenés 30 años hoy y te querés jubilar a los 65 con US$ 1000/mes, si asumimos una inflación de 2,5% por año, y que vivas hasta los 90 años, vas a gastar en tu vida de jubilado US$ 970.000. Si no invertís bien, vas a tener que ahorrar todo. Nadie puede ahorrar todo esto en una vida. No llegas caminando. Necesitás un avión, acceder a ese retorno del mundo para llegar. Los inmuebles no son malas inversiones, lo único es que no son un vehículo que te ayude a llegar a este destino, que es tener el dinero que vas a necesitar para vivir cuando ya no trabajes más. Es cierto que te vas a sentir incómodo con el cambio, como la primera vez que viajaste en avión, pero es un cambio que vas a tener que aceptar si querés llegar a buen puerto.
Finalmente, entre las conclusiones que deja el libro hablás de que para lidiar con la industria financiera hay que "mirar, tocar, pero comprar poco", y hacés una comparación con las compras de un free shop, casi todas innecesarias. ¿Podrías explayarte un poco más en este punto?
Si, los bancos y brokers son partes importantes en el proceso de inversiones. Son los aeropuertos, te dan acceso a los aviones y también salvaguarda todos los aviones. Pero actúan más bien como supermercados de productos. Entonces tenés que tratarlos así. Tenés que entender qué productos ofrecen.