Hay de todo tipo y tamaño, para todos los gustos y bolsillos. Están los que ofrecen todo el paquete de servicios en el costo final –catering, mozos, animadores, dj´s, fotografía y filmación, etcétera– y los que solo alquilan el espacio, dejando a criterio y gusto de cada cliente la ambientación y demás detalles de la fiesta. Ninguno es similar a otro pero sí tienen un denominador común, que es el de ser lugares para que las personas se reúnan para celebrar un cumpleaños, un aniversario, un lanzamiento empresarial o cualquier excusa para abrazarse y brindar.
Casualmente, este denominador común es el que ahora los golpea a todos por igual, ya que con el impedimento de realizar actividades sociales, todo el engranaje de estas empresas cayó a cero, teniendo que ver cómo van a afrontar esta situación entre todos, siendo que no existe una agrupación clara que lo nuclee.
“Al menos hasta el momento nunca hubo un gremio o sindicato formal –señaló a InfoNegocios el propietario de La Barbacoa, Salvador Malagrino–; sí hubo en los últimos días mucha circulación de mensajes de colegas, con propuestas para alcanzar al gobierno”.
Malagrino se refiere a una carta que un grupo de propietarios de salones de eventos de Montevideo y el área metropolitana –alrededor de 150– harían llegar a Presidencia, en la que fundamentalmente solicitarían una exoneración de algunos de los pagos que deben afrontar, ya que solo una prórroga no bastaría para salir de la actual situación en la que están, de facturación $ 0,00, con las reservas canceladas y muy pocas fechas de fiestas reagendadas de forma simbólica.
“Es que hay que entender que pasamos, al menos en mi caso con La Barbacoa, de facturar entre 100.000 y 200.000 pesos mensuales dependiendo el mes, a nada, a cero”, puntualizó Malagrino, agregando que su negocio era próspero hasta la noche del pasado viernes 13 de marzo, cuando se confirmaron los primeros casos de coronavirus en Uruguay.
“Para tener una idea de esto, en los últimos tres meses La Barbacoa estuvo siempre llena –remarcó Malagrino–. En diciembre hicimos 23 eventos. En enero, con todo el mundo de vacaciones y demás, llegamos a meter 16 fiestas. Febrero también anduvimos bien y para marzo ya tenía 22 reservas, con actividades todos los días de la semana, y sábados y domingos con dos eventos por día. Eso, de repente, se cayó”.
Más allá de esto, el propietario de La Barbacoa sostiene que hay que analizar este escenario desde la particularidad que esta situación está generando en el país y en todo el mundo.
“Este es un fenómeno en el que todos debemos aunar esfuerzos para salir adelante. No debemos bajar la guardia. En mi caso bajé la cortina con La Barbacoa, momentáneamente, pero mantengo las reservas de algunos que ya me las pidieron. Ese momento de reabrir ojalá sea pronto. Algunos hablan de setiembre y otros de fin de año. Veremos”, finalizó Malagrino con una cuota de optimismo más que necesaria en estos tiempos.