La zafra de las jugueterías se da en dos etapas bien marcadas: a mitad de año por el Día del Niño y a fin de año por las compras para Navidad y por la llegada de los Reyes Magos. El último Día del Niño las jugueterías vendieron un 10% menos en comparación al 2017 y se cerró un 2018 con una caída de entre un 15% y un 20% en la venta de juguetes.
Estela, dueña de la juguetería Ulalá, atribuye esta crisis del rubro a que “los niños están dejando de jugar con juguetes a los nueve años cuando antes lo hacían llegando a los 12. De todos modos, el principal problema de las jugueterías es que los uruguayos cada vez más recurren a comprar juguetes por Internet”.
La Asociación de Jugueteros del Uruguay, consciente de este problema, busca encontrar una solución en conjunto con el LATU, la Cámara de Industrias del Uruguay y la Dirección Nacional de Aduanas. “Ahora hay portales uruguayos que te gestionan las compras en el exterior y eso va en contra de nuestro negocio. Cuando ingresamos productos al país tenemos que registrarlos en el LATU. Ellos chequean su procedencia, sus materiales, la toxicidad del juguete, que no sea perjudicial para los niños y que no tenga partes punzantes. Es un estudio obligatorio que tiene un costo de $ 10.000 por licencia. Los juguetes que se compran por Internet entran así nomás y buscamos que también tengan que pasar por esos chequeos o que se tome alguna otra medida. De esta manera es imposible para nosotros poder competir”, explicó a Infonegocios Rodrigo López, secretario de AJU.
El acceso de los niños a Internet dificulta más aún las ventas en las jugueterías. Según López, antes los juguetes de moda se le imponían al niño a través del cable y todas las tiendas los tenían. “Ahora ellos ven publicidades de juguetes españoles en Youtube y se los piden a los padres. Saben qué juguetes están de moda en el mundo. Esto obliga a que los dueños de las jugueterías y los importadores tengan que estar aggiornados porque si el niño no encuentra el juguete que quiere, los padres se lo van a comprar por Internet. La gente le perdió el miedo a comprar por Internet y poner la tarjeta”, dijo.
Jugueterías de todo el mundo están tambaleando y no es un problema que afecte solo a nuestro país. “La juguetería física es un negocio, a mi parecer, en vías de extinción si no desarrollan buenos portales de Internet. La gente, por un tema de practicidad, ya no va a ir hasta ahí. Es más cómodo comprar desde la computadora, sobre todo cuando el niño ya sabe que quiere”, dijo López.