Gastón Vitale comenzó en el universo de la enología en la bodega Pisano y después –de esto hace ya más de una década– su trabajo se trasladó a Giménez Méndez, donde es responsable de muchos de los vinos que disfrutan todos los uruguayos. Vitale también asesora a otras importantes bodegas, como por ejemplo Sierra Oriental, Bresesti, Piccolo Banfi y Bodega Oceánica. Ahora bien, más allá de toda esta experiencia, el enólogo siempre tuvo la idea de hacer vinos totalmente distintos a los que se hacen en las bodegas que trabaja y asesora y así es cómo nace Finca Las Violetas.
Con el objetivo de que sus vinos no pudieran ser comparados, sino apreciados por ser distintos, Vitale salió primero al mercado con dos blends de uvas tintas –uno de Cabernet Franc, Syrah y Marselán, el otro de Tannat, Petit Verdot y Merlot–, un corte de uvas blancas –Chardonnay, Sauvignon Gris y Albariño– y otro corte de uvas rosadas –Syrah, Sangiovese y Pinot Noir–; luego, antes del año, siguiendo su pasión por el trabajo, el enólogo lanzó Flor Violeta, ocho varietales de tres regiones bien distintas: Colonia, Canelones y Maldonado.
Para Vitale, un enólogo que no tiene bodega ni viñedo, crear estos blends y varietales es un sueño que requiere de mucho trabajo e inversión, pero sobre todo necesita de algo que es invaluable: el respeto por el arte de hacer vino, y esto es algo que el mercado valora, porque entre la primera producción y una nueva Finca Las Violetas creció en un 30%.
Según dijo Vitale a InfoNegocios, “tanto los blends como los ocho varietales –Cabernet Sauvignon Rosé, Sauvignon Blanc, Albariño, Pinot Noir, Tannat, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot– fueron muy bien recibidos por el mercado local y gustaron mucho, con ventas que superaron todas nuestras expectativas… ahora, lo que nos sorprendió y nos alegra mucho es que un mercado como el del Reino Unido se haya interesado en estos vinos de autor”.
En concreto, Vitale consiguió con su Cabernet Franc de Flor Violeta su primera exportación a Escocia, donde cerca de 1.800 botellas serán recibidas en un club privado de Edimburgo.
“El Reino Unido es un mercado muy interesante para el vino uruguayo, porque no es como Brasil que puja por cantidad y precio. En Escocia o Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte buscan calidad, y eso para pequeños productores como nosotros hace la diferencia, porque nos permite ingresar a ese mercado y competir”, dijo Vitale.
Pero este no es el único logro de Finca Las Violetas, ya que esta misma semana el enólogo recibió la noticia de que su Albariño de Flor Violeta recibió en España –cuna de esta uva– el más alto reconocimiento al obtener una Medalla de Oro.
“Y una semana antes de esto también nos dijeron que nuestro blend de Chardonnay, Sauvignon Gris y Albariño había obtenido en Texsom, una de las competencias de vino más selectivas de Estados Unidos, una Medalla de Plata, mostrándonos que vamos por un buen rumbo con estos vinos de autor”, sostuvo Vitale.
Según el enólogo, desde el comienzo a la fecha viene llevando adelante “una producción entre las 15.000 y 18.000 botellas, lo cual para un emprendimiento de pequeña escala es un gran número”.
Hacer un proyecto personal, un proyecto con su familia, un proyecto diferente a todo lo que hasta ahora venía haciendo como enólogo es algo que Vitale venía soñando hacía tiempo y ahora, ese mismo proyecto de mostrar su adn como creador de vinos no parece terminar, ya que proyecta, para la segunda parte de año, avanzar en su hogar –ubicado en Las Violetas– en un espacio boutique para enoturismo, con restaurante y degustaciones y a futuro hospedaje.