Yamila Peón es la propietaria junto a su hermana de Miyagi y Nagasaki Sushi, locales que no fueron ajenos a la realidad impuesta por la pandemia y que sintieron el cimbronazo al principio en sus ventas. Sin embargo, en la medida que se recuperó cierto grado de normalidad, el negocio comenzó a comercializar de forma normal.
En promedio, para los tres locales, se calcula que el 60% de las ventas se realizan a través del delivery, pese a lo cual cada vez más los clientes están volviendo a los restaurantes según afirma Peón.
La empresaria comentó que en comparación al período pre pandemia, las ventas de sushi han aumentado un 30% aproximadamente y tanto Miyagi como Nagasaki tienen un sello particular que los hace únicos y genera fidelidad en sus clientes los cuales los visitan 3-4 veces por semana.
“Miyagi se mantiene bien porque es un sushi muy clásico y no podemos jugar mucho con eso, Nagasaki hemos incorporado algunos cambios e incluso acaba de llegar un encargado de cocina de Perú que está elaborando un menú nuevo, el cual va a apuntar a diferenciarnos en ese sentido incorporando ceviche, tiraditos, ampliar un poco la carta con otros platos calientes y lomo salteado que es un plato típico peruano.” sentenció Peón.
¿Qué es lo que más se vende y cuál es su diferencial con otras ofertas del rubro?
Los combinados son la opción más vendida. Nuestro diferencial es la calidad tanto en Miyagi con un sushi muy clásico con clientes que consumen 3-4 veces por semana y en cuanto a Nagasaki con una propuesta premium un poco más jugada que también se visualiza en los precios.
En cuanto a la propuesta de vinos, los tres locales trabajan con Giménez Mendez y está en los planes sumar Bodega Garzón.
Por otra parte, Yamila Peon comentó sus ganas de llevar Nagasaki a José Ignacio para la temporada de verano, pero por dificultades de personal y la incertidumbre de la apertura de fronteras, se encuentra planificando el arribo para el verano 2023.