Encontraron el momento para su idea en el carnaval para imponer la marca y darla a conocer en un lugar concurrido como el Velódromo municipal. Cuentan con un foodtruck preparado para ellos.
“En este corto tiempo desarrollamos la marca, y el producto, a base de intentarlo muchas veces hasta conseguir, el punto que buscamos en la masa, sus rellenos y nuestra impronta. Nuestro diferencial principalmente es el producto que ofrecemos, y brindar una experiencia desde que nos encontras en la feria gastronómica, agasajando al cliente, contándole la historia del producto, y buscando una devolución”, cuenta uno de sus directores Federico Tulbovitz.
“La pizza frita acá no se vende en el mercado. Incluso la trajimos de forma similar a su origen en Nápoles. Por día a la plaza de comidas del Velódromo concurren entre 2.000 y 5.000 personas. “Es una forma de mostrarnos y es así que ofrecemos 7 estilos de pizza distinto, 5 saladas y 2 dulces a $180”, comenta.