Recetas para mudarse a Uruguay desde la vecina orilla abundan, sin embargo no es tan sencillo como parece según Enrica Casagrande, jefa global del Departamento de Planificación Patrimonial y Clientes privados en Untitled Legal. Son varios los ítems a tener en cuenta cuando se planifica continuar con la vida en tierras charrúas empezando por la vieja y querida residencia fiscal.
Para la especialista, la renovada inestabilidad económica, la incertidumbre, el cambio constante de las reglas de juego y fundamentalmente, la presión impositiva doméstica pusieron en agenda con marcado impulso la cuestión de las mudanzas internacionales. Existen casos emblemáticos como el de Marcos Galperín, que se mudó el año pasado y que colocan a Uruguay como el principal destino: según datos oficiales, sólo en el último año se tramitaron más de 5.000 solicitudes de residencia legal de argentinos ante los consulados del vecino país y muchos de ellos ya tramitaron su baja fiscal en la AFIP con el objetivo de tributar exclusivamente del otro lado del Río de la Plata.
Casagrande señala que es fundamental que “sea un proceso ordenado”, la abogada uruguaya y perteneciente a Untitled Legal, una boutique de servicios legales especialista en planificación patrimonial internacional y el establecimiento de fondos de inversión incluye varios ítems a tener en cuenta antes de tomar la decisión de una mudanza de este tipo.
Resulta necesario analizar por ejemplo que si no se hacen las cosas bien una persona puede terminar siendo residente fiscal en dos países a la vez, “lo que puede no ser terrible si se tratara de países que tienen un acuerdo para evitar la doble imposición, pero donde no sea así puede ser muy malo porque vas a tener que tributar en dos países” comentó Casagrande.
En general, los acuerdos para evitar la doble imposición permiten, por ejemplo, que el impuesto pagado en un país se considere como un crédito fiscal en el otro país. Es, precisamente, el caso de Argentina y Uruguay, cuyo convenio relativo al intercambio de información tributaria y para evitar la doble imposición entró en vigencia el 7 de febrero del 2013. Pero ojo que esto no es algo automático y solo se aplica en el caso de impuestos que sean iguales en un país y en el otro (por ejemplo, el impuesto a las ganancias), pero no a impuestos que pudieran existir en un país pero sin un correlato en el otro.
Otra de las ventajas es que en la República Oriental del Uruguay, quien tiene la intención de dejar de ser residente fiscal, alcanza con darse de alta en otro lugar para que se le de la baja, un hecho que no se da a la inversa en Argentina, ya que se necesita acreditar una residencia de tipo legal y permanente en el país al cual se afirma que se muda dicha residencia fiscal.
Por otra parte, la consideración del lugar en el cual se radicarán los extranjeros es fundamental en tanto puedan calcular la inversión que implica, lo mismo si es una persona sola o un núcleo familiar.