El jueves 3 de noviembre en el Hotel Cottage se llevará adelante la segunda edición de Sabor Oliva, el Salón del Aceite de Oliva Virgen Extra del Uruguay. La primera experiencia había sido en 2014 y la idea era hacerlo anual, pero como el año pasado los productores tuvieron muy malas cosechas, se optó por dejarlo pasar, nos contó Darwin Marigliani, organizador del evento, quien además es productor y sommelier de aceite de oliva egresado de la Facultad de Química. “El salón fue declarado de interés por el Ministerio de Industria, van a estar los ministros Carolina Cosse y Tabaré Aguerre. Nuevamente este año contamos con el apoyo de la Asociación Olivícola Uruguay (Alosur), que a su vez cuenta con la colaboración del Comité Olivícola Internacional, que da fondos a cada gremial de cada país para la difusión del consumo de aceite de oliva extra virgen”, contó.
El evento no solamente buscará tratar los beneficios del consumo de dicho producto, sino también dar la oportunidad de probar y aprender a distinguir la calidad de la cual está hecha el aceite de oliva uruguayo, que está entre los diez mejores del mundo, según un ranking elaborado en Estados Unidos. A pesar de este factor, en Uruguay sigue siendo más consumido el aceite proveniente del extranjero: “se consumen 1.400.000 de litros por año, 400.000 litros son de los locales. ¿Qué vino se consume más? Por lo general el más barato, y acá pasa lo mismo. El aceite de oliva tiene solo un recargo del 10% en lo que es aranceles, entonces no impacta para nada en la defensa de los aceites nacionales”, explicó Marigliani.
A esto se le suma, además, el hecho de que en Europa, uno de los principales competidores, es muy común la mala etiquetación: se dice que algo es aceite extra virgen cuando en realidad no lo es, pero igual se cobra más caro. “Es competencia desleal. La Facultad de Química hizo un estudio en el 2010 y de las 40 marcas importadas en Uruguay, solo una era extra virgen”, dijo el experto.
Así es que por bajo consumo de aceite de oliva en Uruguay y por la preferencia del consumidor local por el producto extranjero, nuestro país prácticamente podría transformarse en 100% exportador dado el gran excedente que quedará. “Con las plantaciones que hay hoy, a futuro podrían llegar a producirse entre 8.000.000 y 10.000.000 de litros por año”, indicó el organizador de Sabor Oliva.
En el 2004 se retomó la actividad olivícola en el país, de la mano del Grupo Bulgheroni, y desde entonces han aparecido distintos inversores, de los grandes y de los pequeños: “las grandes inversiones oscilan entre los US$ 2.000.000 y US$ 4.000.000 cada una, y los pequeños tienen plantaciones de entre tres y cinco hectáreas. Hay más de 10.000 hectáreas plantadas y se está creciendo entre 800 y 1.000 hectáreas de nuevas plantaciones por año”, comentó. Con los nuevos montes de olivos también vienen inversiones para almazaras, ya que es vital que la fruta se procese antes de las seis horas de haber sido cosechada, y para eso es fundamental la distancia. “Hoy hay 20 almazaras en Uruguay, que es la planta procesadora de aceite de oliva, y hay tres más en proceso de instalación”, señaló Marigliani.
Se consuma en Uruguay o no, la producción sigue creciendo. De acuerdo al productor, el año que viene habrá cosecha récord en nuestro país: “podemos esperar una cosecha que puede llegar al millón de litros”, finalizó.