Si bien el enoturismo representa apenas el 1% del turismo mundial, este modo de dar a conocer el mundo del vino desde dentro de las bodegas, los viñedos, los procesos de elaboración y la historia viene creciendo cada vez más, teniendo como líderes a nivel internacional de esta industria a países como Italia, Portugal y España, y en la región a Chile y Argentina, mientras que Uruguay poco a poco va sumando su impronta.
Para conocer más el desarrollo de esta industria, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) convocó a Opción Consultores para la realización de una encuesta denominada Turismo y Enoturismo en Uruguay - Informe consolidado, cuyos datos principales revelaron que “la mejora del sector se evidencia en la cantidad de bodegas que conforman el circuito enoturístico, en la ampliación de días y horarios de servicio y en la mejora en la calidad, factores que repercuten positivamente en la economía de las bodegas”.
Según el informe, la oferta de enoturismo en Uruguay está compuesta por 49 establecimientos en los departamentos de Colonia, Canelones, Montevideo, Maldonado, San José, Rivera, Paysandú, Artigas y Salto.
Durante 2022, el sector recibió ingresos por más de US$ 11 millones de manera directa, de los cuales el 59% corresponde a Montevideo y Canelones, el 25% a Maldonado, el 11% a Colonia y el 5% al resto del país.
El gasto promedio por visitante se sitúa en US$ 76 y en el caso de los establecimientos que ofrecen la posibilidad de pernoctar –16%–, este monto fluctúa entre US$ 180 y US$ 700 la noche de alojamiento.
¿Qué público es el que en Uruguay se acerca a estas propuestas? Según el trabajo Turismo y Enoturismo en Uruguay - Informe consolidado, el 39% de los visitantes son brasileños, 37% uruguayos, 10% argentinos, mientras que un 4% proceden de Estados Unidos, un 2% del resto de América y el 8% restante de otros países fuera del continente.
El 97% de los establecimientos ofrecen tienda o venta de vinos, y una gran mayoría ofrece tours de degustación y visitas a bodegas o viñedos. El 66%, en tanto, realiza eventos especiales con un ticket de gasto promedio de US$ 66.
La principal estrategia de diferenciación de cada establecimiento es su historia familiar, a lo que se suma la historia del vino en general y la del lugar en el que se encuentra.
Entre los establecimientos encuestados, las ventas de vinos son la principal fuente de ingresos y representan en promedio un 40% de lo facturado. Le sigue en importancia las degustaciones y visitas. En el promedio total, la facturación por el servicio de restaurante es de 15%. Sin embargo, considerando solo los establecimientos que tienen ese servicio, la cifra sube a 39%.
Algo similar ocurre con alojamiento: mientras que los ingresos por hospedaje representan apenas el 2% del total, si consideramos solo los que ofrecen este servicio y respondieron, el porcentaje sube a 23%.
Según el estudio, la proyección a futuro es de una mejora, “ya que se visualiza como un sector con potencial y que, en base a la experiencia, ha sido rentable. Para que esto sea posible, se espera que el turismo en Uruguay aumente, tanto del turista nacional como del extranjero”.
Por último, el 93% de los entrevistados prevé que a través del enoturismo la bodega obtenga una facturación mayor a la actual en los próximos cinco años.