La gestora de activos Janus Henderson realizó un nuevo Índice de Deuda Corporativa Anual, donde según indican, las empresas alrededor del mundo están abonando sus deudas por primera vez desde el 2014-2015, al tiempo que los beneficios de explotación aumentaron un 51,4% alcanzando la cifra récord de 3.36 billones de dólares. Esto implica que la deuda neta, cayó un 1.9% a 8.15 billones de dólares en 2021/22, mostrando una reducción del 0.2% en mogneda constante.
Poco más de la mitad de las empresas (51%) redujeron sus deudas a nivel mundial, siendo las que se encuentran fuera de Estados Unidos las compañías más propensas a hacerlo, con un 54% de reducción de los préstamos netos. Desde Janus Henderson se indicó que una cuarta parte de las empresas del Índice no tiene deuda alguna. Este grupo suma en conjunto un efectivo neto de 1 billón de dólares, la mitad del cual pertenece a solo nueve grandes empresas. Entre ellas se encuentran compañías tecnológicas de diversos sectores, como Alphabet, Samsung, Apple y Alibaba.
La empresa mencionó que dada la desaceleración económica existente, se empuja a las empresas a ejercer políticas más conservadoras, por lo que se vaticina que el endeudamiento caiga aún más. Se estima que las deudas netas caerán en $270.000 millones de dólares (-3.3%) a tipo de cambio constante hasta llegar a $7.9 billones de dólares para esta época de 2023.
Por otra parte, una de las observaciones que arroja el estudio, es que el mayor cambio, se produjo en el sector de la energía; los productores de petróleo y gas redujeron su deuda en 155.000 millones de dólares, una sexta parte menos que el año anterior, ya que el aumento de los precios de la energía impulsó un cambio significativo en las fortunas del sector. El aumento del flujo de caja de las empresas mineras mundiales hizo que las deudas se redujeran a ¼ de lo que eran.
El informe también mostró, que las empresas latinoamericanas superaron al resto de los mercados emergentes (Petrobras anunció una reducción de su deuda en US$ 12.000 millones), con la participación de la región en la deuda corporativa de los mercados emergentes cayendo al 29,2% en 2022, 1,2 puntos porcentuales menos que el 30,4% de toda la deuda de los mercados emergentes en 2021.
Seth Meyer gestor de cartera de renta fija comentó que: "Esperamos que el descenso continúe. El crecimiento económico puede ralentizarse o retroceder, pero las empresas parten de una posición muy rentable, por lo que tienen un fuerte flujo de caja y pueden cubrir fácilmente sus gastos de intereses. Además, no tienen grandes necesidades de refinanciación, lo que significa que no son prestatarios "forzados". Esto sugiere que las empresas capearán la crisis y utilizarán el flujo de caja para reducir aún más el endeudamiento, en lugar de enfrentarse a un reto existencial que les obligue a recurrir de nuevo a los prestamistas para salir adelante”.
Al tiempo que para recomendar a nuevos inversionistas, señaló: "No hay duda de que un mercado bajista es un lugar incómodo para los inversores, pero para los nuevos capitales que buscan bonos corporativos, los rendimientos son mucho más atractivos que en los últimos años. Es casi seguro que los ahorros en efectivo pierdan valor en términos reales en un entorno de alta inflación en cualquier caso”.