El escenario internacional es volátil y presenta cierta incertidumbre. A pesar de un crecimiento moderado, los agentes económicos y gubernamentales más los conflictos de guerra, afectan de manera indirecta en varias regiones.
En ese marco, Pablo Moya de la consultora Oikos afirmó que, a pesar de los conflictos mundiales, "ciertas incertidumbres sobre su escalada se han disipado. Hasta ahora, esta situación no tuvo fuertes repercusiones en las economías, lo cual es alentador", aseguró.
Al respecto, Marcos Soto, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) señaló que, los factores externos, como conflictos geopolíticos y resultados electorales, afectan el análisis económico. “Estos eventos, especialmente en potencias mundiales, indican cambios y generan inestabilidad debido a niveles de descontento con los gobiernos”, afirmó.
En ese sentido, Alicia Corcoll, economista y gerente de Exante, destacó el éxito en la resolución del problema inflacionario mundial en 2021-2022, con una moderación sin afectar fuertemente la actividad económica. “Se espera un continuo proceso positivo en 2024, con perspectivas optimistas de crecimiento y reducción de tasas de interés, liderada por el banco central de Estados Unidos”, señaló.
Economía mundial
En cuanto a las medidas monetarias de los bancos centrales, Moya señaló que hay una percepción de que el estímulo ya no es tan necesario para las economías, y se observa un ajuste en las tasas. “Se vislumbra una salida de los picos inflacionarios y una economía que podría acomodarse para 2024, retomando un crecimiento tibio tras la baja en el crecimiento del PIB en 2023, especialmente en economías como la alemana”, subrayó.
Asimismo, Soto mencionó que los precios de los commodities se mantendrán en niveles similares a los del año pasado, con cierta estabilidad. “Pueden haber posibles cambios influenciados por eventos como crisis climáticas en zonas productoras clave, pero hasta ahora no visualizan un impacto significativo en 2024”, aseguró.
Por otro lado, Corcoll coincide en que el crecimiento económico mundial seguirá en 2024, con optimismo del FMI para Estados Unidos, China y Brasil. “Se pronostica una evolución favorable de la inflación, lo que podría llevar a los bancos centrales, liderados por Estados Unidos, a reducir las tasas de interés este año”, subrayó.
Situación regional
Según Pablo Moya, Uruguay, con estabilidad política y económica, ofrece oportunidades en medio del conflicto. “Se prevé una recuperación económica en 2024, con fuerte atractivo para que inversores extranjeros se instalen en el país, marcando una gran diferencia con Argentina”, mencionó.
Soto destacó que el crecimiento de Uruguay se sitúa superior a lo "mediocre" en comparación con el desafiante año 2023, señaló que no se anticipa un rebote extraordinario a corto plazo. La proyección de LatinFocus prevé un crecimiento del 3% en la economía uruguaya para 2024, cifra que se encuentra por debajo de las expectativas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central del Uruguay (BCU).
Soto y Corcoll coinciden en la importancia de abordar desafíos claves en la productividad y competitividad del país. Soto resaltó la importancia de políticas para garantizar estabilidad jurídica y económica, así como impulsar iniciativas de investigación, innovación y desarrollo.
Por su parte, Alicia Corcoll subrayó que, “para alcanzar tasas de crecimiento económico a medio y largo plazo se deben aumentar los niveles de inversión”.
Destacó la necesidad de implementar reformas estructurales que impulsen la productividad en la economía nacional.
¿Qué pasa en Argentina y Brasil?
La situación de Argentina enfrenta desafíos significativos, marcado por un deterioro económico, social y desequilibrio en las cuentas públicas.
Según Moya, el escenario internacional impacta en el proceso de ajuste que experimenta Argentina tras la asunción de Javier Milei. “Aunque hay reformas en discusión, la situación regional se ve más condicionada por estos temas que por la guerra en general, con mayor influencia en Argentina", subrayó.
Para Soto, es crucial implementar políticas efectivas que encaucen la economía hacia la normalidad, separando las estrategias para abordar la urgencia económica y la transformación estructural. “La fragmentación y conflicto interno en Argentina impactan negativamente en el desempeño económico, generando inestabilidad e incertidumbre para inversores y proyectos”.
En sintonía, Corcoll dijo que, habrá que monitorear con mucha atención lo que suceda con Argentina. “Todavía es muy temprano para concluir sobre el"éxito " o"fracaso " del plan de estabilización y las perspectivas cambiarias son muy inciertas, pero sus precios internos están subiendo en dólares, lo cual mitiga nuestra brecha de competitividad”.
En comparación, Brasil muestra una mayor estabilidad a pesar de la alternancia en el poder entre Bolsonaro y Lula, quienes representan alineaciones ideológicas diferentes.
Soto comentó que a pesar del crecimiento lento en el país, se espera una mejora. “Brasil continúa siendo un socio comercial clave, a diferencia de Argentina, que ha dejado de ser un mercado relevante, pero las diferencias de precios relativos con Brasil están disminuyendo, lo que es positivo para Uruguay”, afirmó.