En Uruguay, los perfiles de los inversionistas se diferencian, principalmente, por la tolerancia al riesgo que tienen ante la posibilidad de sufrir pérdidas o grandes fluctuaciones de su capital en un periodo de tiempo acotado. Para explicar esto en términos más sencillos, Matías Hofman señala que “un inversionista con poca aversión al riesgo será más conservador, mientras que, si tolera un riesgo mayor, será más activo”. El senior associate Strategy, Product & Advisory en SURA Investments explicó que esto también está relacionado con la rentabilidad de las inversiones, ya que, a mayor riesgo, aumenta la posibilidad de obtener ganancias más altas (o pérdidas), mientras que, a menor riesgo, la inversión es más estable en el tiempo, pero con menores retornos.
¿A qué estamos refiriéndonos con todo esto? A los datos de un nuevo análisis de las tendencias y preferencias de los inversores uruguayos realizado por SURA Investments, en el que se revela que dentro de los cinco perfiles de riesgo que existen en el país -ultraconservador, conservador, moderado, crecimiento y activo-, el 69% de los inversores de alto patrimonio se encuentra dentro del tipo moderado, mientras que un 14% en crecimiento, un 8% en conservador y el resto principalmente en clientes activos.
“La coyuntura actual, sumada al crecimiento económico sostenido y una mayor apertura a los mercados internacionales, han favorecido a que el perfil del inversionista haya evolucionado en los últimos años”, dice Hofman, agregando que “en este contexto resulta clave brindar asesoramiento y acompañamiento a las personas en este proceso, conocer su perfil, su horizonte y objetivo de inversión y en base a este análisis realizar una recomendación personalizada del portafolio más adecuado para lograr sus metas patrimoniales”.
En lo que respecta al análisis de las edades en las que oscilan los inversionistas uruguayos, el informe de SURA Investments muestra que el 41% de la cartera de alto patrimonio tiene más de 60 años, el 24% se encuentra en el rango de 40 a 49 años y el 23%, entre 50 y 59 años.
Por otro lado, se identifica que el 76% de ellos son hombres.
Al analizar en profundidad cada uno de los perfiles en base a su aversión al riesgo, el estudio evidencia que solo un 2% de los inversionistas uruguayos de alto patrimonio pertenece a la categoría ultraconservador, de los cuales 86% son varones y el 64% tiene más de 60 años.
Este perfil se caracteriza por agrupar a aquellas personas que tienen menor tolerancia a pérdidas o volatilidad en el mercado, por lo que prefieren optar por inversiones que ofrezcan una alta probabilidad o certeza en los retornos, aun cuando esto signifique rendimientos menores.
Por otro lado, está el tipo conservador, un perfil integrado en un 56% por personas de más de 60 años y en un 35% por mujeres. Este perfil es el elegido por personas que prefieren tomar decisiones de inversión que ofrezcan un alto nivel de certeza, especialmente cuando hay pesimismo en el mercado, aunque eso signifique sacrificar las ganancias potenciales. Es decir, se inclinan por obtener una rentabilidad moderada a cambio de tener estabilidad y liquidez en sus inversiones.
Cuando se habla del tipo moderado se contempla a la amplia mayoría de los inversionistas uruguayos (69%), donde además el 75% de ellos son hombres, el 24% tiene entre 50 y 59 años y, aproximadamente el 58% está en Montevideo.
Estos inversionistas se caracterizan por su capacidad de tomar decisiones arriesgadas cuando tienen un buen nivel de certeza, mientras que cuando existe incertidumbre en el mercado adoptan una posición moderada.
“Les agrada percibir que en sus inversiones existe un equilibrio entre el riesgo y la seguridad. Además, dan menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúan su horizonte de inversiones en el mediano y largo plazo”, apunta Hofman.
Por otro lado, está la categoría crecimiento, donde el 85% de quienes la integran son hombres que en un 37% se encuentra dentro de la franja etaria de 40 y 49 años.
Son inversores que se adaptan positivamente a situaciones de mercado adversas, lo que les permite tomar decisiones arriesgadas, aunque evitan los extremos. Comprenden las diferentes tendencias del mercado, sin asustarse en momentos de alta volatilidad. Pueden planear a largo plazo, pero sin arriesgar más de lo necesario.
Por último, en categoría activo, el 78% de quienes la integran son hombres y el 49% se ubican entre los 30 y los 49 años. Este perfil de inversores se caracteriza por maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.
“Este inversor es consciente de cómo pueden afectar los cambios en los mercados a su capital. El inversor activo está acostumbrado a la volatilidad y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo”, indicó Hofman.