El blog especializado Pingdom es uno de los que lleva un registro de utilización de navegadores en todo el mundo. De sus estadísticas se desprende que Internet Explorer (de Microsoft) sigue manteniendo su liderazgo a nivel global con el 34% de preferencias, mientras (cada vez más) cerca se encuentra Chrome (el de Google) con el 31,2% de participación, quedando en un digno tercer lugar Firefox con el 25% de share. Cabe destacar que no es despreciable el 7,1% que mantiene Safari, el navegador que por defecto encontramos instalado en las Mac. Mientras que el quinto navegador que alcanza a distinguirse en los gráficos de participación es Opera con su modesto 1,7% de penetración.
Si esa es la foto de lo que ocurre contando las 6 regiones del mundo consideradas, es llamativa la diferencia entre continentes y aun entre América del Norte y del Sur. Mientras en nuestro semicontinente casi uno de cada dos navegantes utiliza Chrome (48% de share), el 28,9% sigue prefiriendo Explorer (en sus diferentes versiones vigentes) y un 20,8% utiliza Firefox, en Norteamérica en cambio, tiene gran preeminencia Explorer que es elegido por el 40,4% de los navegantes, Chrome recibe un 24,1% de las preferencias y Firefox el 21%.
Europa (con su clásico equilibrio europeo) registra lo que los encuestadores definirían como “empate técnico” ya que Firefox está a la cabeza de las preferencias con un (¿sorprendente?) 30,6% de participación, seguido muy de cerca por Internet Explorer con el 29,2% de penetración y Chrome en el tercer escalón pero a tan solo una décima (29,1% de share).
Para entender semejante paridad tal vez sea bueno recordar que la Comunidad Europea fue la primera en exigirle a Microsoft que Windows no tuviera a Internet Explorer como navegador por defecto, sino que al iniciarlo por primera vez le ofreciera al usuario un menú con los browsers disponibles en el mercado (al menos los cinco más “conocidos”) para que pudiese optar.