Nos gusta lo chino hasta para el baño.
En vista de los efectos de la crisis mundial hace un tiempo que se está intentando diversificar el destino de las exportaciones y colocar la producción nacional en mercados alternativos como Perú, Colombia, la Unión Europea y algunas naciones asiáticas. China es una gran promesa y hace tiempo estamos estrechando lazos en torno a los lácteos, el turismo y el armado de vehículos de la planta Chery. Y eso no es todo lo que nos vincula a los chinos, porque tienen algunas innovaciones algo insólitas que se quieren aplicar en Uruguay, como el uso de heces humanas para la generación de energía eléctrica.
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