“Soy socio director regional de Ferrere Abogados. Tenemos presencia en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador y en los cuatro países somos más de mil personas. Empezamos en el año ´96 como una consultoría clásica pero ahora es impresionante lo que hacemos en materia de innovación. Hoy en los servicios profesionales tenés que dar el diferencial. Está la necesidad del cliente de que te adaptes y la de ofrecerle nuevos servicios al mercado. Expandirse fue un trabajo fuerte. En Paraguay hoy somos la segunda o tercera firma y lo mismo en Bolivia. En Paraguay empezamos desde cero y Ecuador era un mercado muy grande y lo que hicimos fue absorber otra firma y arrancamos con 30 abogados. Son mercados muy desafiantes si los comparamos con la realidad uruguaya. Son países en los que uno aprende mucho que los latinos somos bastante diferentes, más allá de que hablemos el mismo idioma, sobre todo con la cultura andina. Con la pandemia nos sorprendió lo bien preparados que estábamos para trabajar en remoto y muchas cosas funcionaron muy bien”.
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