El negocio de "vestirse" en Uruguay se multiplicó por dos en 5 años (mueve US$ 1.300 millones al año)
Rosario: “Creo que los negocios de la moda especulan con la frágil emocionalidad, la baja autoestima y la competitividad de las mujeres. Ocurre que las menos son seguras y con una personalidad definida, y las más necesitamos vernos bien exteriormente para disimular vulnerabilidades y frustraciones internas. Ojo: la sana coquetería y la femineidad son buenas cualidades, pero querer comprar ropa o lo que sea para que nuestra compañera de trabajo no ‘sobresalga’, o simplemente porque nos sentimos una cucaracha, eso es patético, Lo ideal es estar prolijas, elegantes y que nuestro verdadero atractivo esté mucho más allá de los trapos. Es terrible sentirse segura sólo porque estamos lookeadas con U$S 3.000 dólares a la vista, sino, cuando nos despojamos de eso ¿qué nos queda?”
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