El sector gastronómico fue, todos lo sabemos, uno de los más afectados por la pandemia, y si bien Lucía Soria dijo a InfoNegocios que el impacto de la crisis causada por el coronavirus fue un tema “duro y complejo” en sus dos emprendimientos -Jacinto y Rosa-, “también fue una oportunidad para crecer, para animarse a hacer otras cosas, para entender que tu plato es igual de rico en la mesa del restaurante como si viaja en delivery hasta tu casa”.
Siempre inquieta y apasionada por los desafíos, Soria decidió arrancar el 2021 con una nueva propuesta lejos de Ciudad Vieja -donde están sus otros locales- y se decidió por Pocitos para expandir su pizzería Rosa, que abrió el pasado viernes 4 de junio “con mucho esfuerzo y valentía”.
“La verdad es que con este nuevo local de Rosa estoy muy contenta -sostuvo la chef-, porque está en punto estratégico en el que podemos llegar a más personas con nuestras pizzas, pero también con un menú al que le sumamos ensaladas, hamburguesas, empanadas, tartas y milanesas”.
Una de las curiosidades de Rosa, o mejor dicho de las innovaciones que la pizzería incorporó desde su apertura en 2018 en Ciudad Vieja y ahora en 2021 en Pocitos, es el modo de fidelización que tienen con los clientes a través de “rosas” válidas para canjear por descuentos o promociones especiales.
“Para nosotros el cliente es lo más importante, por eso creamos un millón de rosas para recompensarlo. Con cada pedido que se hace por nuestra web se ganan rosas. De a poco los clientes van jugando más con esta propuesta”, sostuvo Soria, quien hasta 2017, cuando se lanzó la primera temporada del certamen MasterChef -en el que fue jurado-, no era una cara visible en los medios, pero sí un nombre reconocido en el ámbito gastronómico, habiéndose iniciado en el mundo culinario junto a Francis Mallmann y recorrido distintas ciudades del mundo -como Nueva York, San Pablo y el mítico Pueblo Garzón- con sus platos.
A propósito de esta visibilidad -actualmente Soria es jurado del reality de asadores Fuego Sagrado-, la chef dijo a InfoNegocios que “a veces te ayuda y otras no, pero intento separar las cosas para que tu elección de venir a Rosa sea porque te fascina la pizza que hacemos y no por otro motivo”.
En suma, para quienes el amor los condene a la dulce pena de sufrir -como cantaba Sandro-, tienen a “Rosa, Rosa tan maravillosa” para calmar la pena con una grande de muzzarella y fainá.
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