El “agujero” de inversiones en infraestructura se llenaría con US$ 36 mil millones (hasta 2030)

Un grupo de técnicos liderados por el economista Javier de Haedo elaboró un informe en el que aseguran que el déficit de inversiones en infraestructura rondaría los US$ 36 mil millones entre 2015 y 2030. La investigación, presentada en la Cámara de Industrias, incluye un pormenorizado análisis de la perspectiva del país en materia de vialidad, puertos, ferrocarriles y energía. “Una infraestructura insuficiente limita el crecimiento. Está claro que el sector energético será el que requiera mayor inversión. En general, los recursos están pero en muchos casos se utilizan para otras cosas. Deberá pensarse en una reasignación o buscar nuevos recursos”, apuntó De Haedo. Aquí se puede acceder al informe completo.

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El monto global planteado, dividido en quince años, equivale al 4% anual del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, De Haedo aclaró que el problema radica en que la inversión “no puede ser lineal, sino que en algunos casos se requiere un shock inicial”. El ingeniero Omar Paganini, vicerrector de Gestión Económica y Desarrollo de la Universidad Católica y responsable de analizar la situación energética junto a Beno Ruchansky, Luis Eirea, Alfonso Blanco y Alicia Torres, reconoció que existen “riesgos de sobrecosto y eventualmente desabastecimiento si no se completan los proyectos en curso”, como por ejemplo la construcción de la planta regasificadora y los parques eólicos.
Gustavo Tettamanti aseguró que el Estado deberá invertir antes de 2030 unos US$ 975 millones en la recuperación de vías férreas, US$ 130 millones en material rodante y US$ 24 millones en nuevas estaciones en Montevideo. Si bien admitió que el tren no suplantará en su totalidad el transporte de materiales por carretera, indicó que permitiría ahorrar US$ 1.300 millones en combustible. “Es una inversión rentable para el país”, afirmó.
En materia vial, el ingeniero Federico Farinasso admitió que “es más necesario mantener la red que ampliarla”. En la actualidad, los ingresos por concepto de IVA al gasoil, Imesi a la gasolina, peajes, patente de rodados y otros tributos vehiculares triplican los egresos. “Hay recursos pero no están siendo direccionados hacia las rutas nacionales. Esa falta de inversión se transfiere al transporte de cargas, que gasta US$ 225 millones anuales adicionales por la condición precaria de la red vial” dijo.
Hablando de los puertos, el ingeniero Álvaro Olazábal enfatizó que las obras prioritarias deben ser las ampliaciones de la terminal de Montevideo y el dragado. A su entender, “resulta evidente que Uruguay no tiene cargas para sostener un puerto de aguas  profundas”, por lo que estima que ese proyecto, pese a ser “muy bueno”, deberá esperar algunos años.

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