¿Los índices de movilidad anticipan mayor nivel de actividad?

La economía uruguaya cayó un 10,6% en el segundo trimestre del año. Esta crisis del COVID-19 tiene una particularidad sobre la actividad económica: genera un importante shock de oferta debido al confinamiento provocado por el comienzo de la pandemia en marzo, así como un shock de demanda que se extenderá más allá del segundo trimestre. 

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El shock de oferta se generó a partir de sectores que tuvieron que cerrar o disminuir su actividad por las restricciones de movilidad, lo que impidió que pudieran ofrecer sus bienes y servicios a los consumidores. 

Una buena forma de evaluar el impacto actual de este shock es mediante el Índice de Movilidad de Google, que releva las visitas a lugares como shoppings, supermercados y farmacias, traslados al trabajo, entre otros. Este indicador se considera de alta frecuencia, dado que permite conocer diariamente la movilidad de las personas y, por tanto, aproximarse a lo que sucede con las capacidades productivas de varios sectores de actividad.

Así, el Índice de Movilidad en lugares de trabajo había caído un 41% en abril respecto a los meses de verano, mientras que esa caída se acotó hasta el 7% durante setiembre. El Índice de Movilidad de supermercados y farmacias, que había caído un 25% en abril, se recuperó hasta registrar una caída del 2% en la primera quincena de agosto. Por su parte, el Índice de Movilidad de shoppings y recreación cayó cerca del 60% en abril, y redujo su caída a un  13% en los primeros días de agosto.

Por:

Ramón Pampín, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.

Joaquín Cerecetto, consultor de Consultoría Económica de PwC Uruguay

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