Uno de los casos de empresas que vienen teniendo una demanda sostenida es ADT. El año pasado había reportado una facturación de US$ 11.000.000 —de los cuales invirtieron US$ 1.500.000 en un cambio de locación de las oficinas — y unos 17.000 clientes activos en Uruguay. Solo un año después, Marcelo Montero, Gerente General de ADT, nos contó que la empresa incrementó su cartera de clientes en 1.000 más.
“La demanda en el mercado es creciente. Los uruguayos vamos tomando conciencia de que los sistemas de seguridad pueden ser socios nuestros y ayudarnos a defender nuestros negocios, hogares y seres queridos. En ese sentido, a medida que se genera esa conciencia, hay más demanda. Hoy en día, lamentablemente la sociedad lo requiere”, explicó. Y el incremento de la demanda se ve tanto a nivel de hogares como de los comercios: si bien estos últimos son los que siempre han estado más preocupados por el tema de la seguridad, en las casas también hay cada vez más sistemas de alerta. “Hay más preocupación y necesidad de los padres de familia por proteger a sus seres queridos”, añadió.
Es así que las empresas de seguridad, y ADT específicamente, todavía no tienen elementos a la mano para confirmar que hay una desaceleración en la economía. “Se está dando una mayor demanda, lo que viene asociado también al hecho de que las personas están accediendo a más tecnología, lo que permite que nuestro negocio se desarrolle”, finalizó Montero.
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