Los niveles de exportaciones, los de la recaudación tributaria junto al impacto de la sequía y la finalización de las obras de la segunda planta de UPM auguraban un escenario de contracción, pero no en los niveles que finalmente se dieron.
En lo que refiere a la demanda externa, mientras que el volumen de las exportaciones se redujo 6,3%, el de las importaciones aumentó 7,5%, lo cual resultó en una contracción de la demanda externa neta en términos de volumen físico, medido en términos interanuales.
En el análisis desestacionalizado, tal y como se mencionó anteriormente, la actividad económica registró una caída de 1,4% respecto del trimestre inmediato anterior.
Según el informe Cuentas Nacionales Trimestrales, a partir de estos resultados hasta el primer semestre del año y entendiendo que algunos de los determinantes de dicho escenario tienen un impacto transitorio, “es posible establecer una segunda mitad del año más auspiciosa en particular para algunos sectores de actividad dado el rebote previsto luego de la sequía, así como el funcionamiento pleno de la segunda planta de celulosa de UPM”.
De todas formas, dada la persistencia de otros factores más estructurales, las proyecciones para el cierre del año se han modificado levemente a la baja. En este sentido, la economía uruguaya desde el punto de vista agregado podría estar incluso ingresando en una fase de estancamiento, es decir alcanzar un crecimiento promedio para el año 2023 cercano al 0%.
El sector que presentó una mayor caída en su valor agregado durante el segundo trimestre del presente año fue Agropecuario, Pesca y Minería, registrando una variación de 27,4%, medido en términos interanuales. Asimismo, tuvo una incidencia negativa de 2.1%, siendo el sector con mayor peso en los resultados de contracción del PBI para este período.
Si bien al interior del sector la caída fue generalizada, la actividad agrícola fue la mayormente afectada. La disminución del valor agregado de dicha actividad se explica principalmente por los bajos rendimientos de la zafra 2022/2023 de cultivos de verano, como consecuencia de la sequía. La actividad pecuaria también tuvo un mal desempeño, como resultado de una caída en los niveles de faena, lo cual tuvo como consecuencia una menor producción en la ganadería de carne.
En el segundo lugar de caída, en términos de valor agregado a nivel de sectores de actividad, se encuentra Energía eléctrica, Gas y Agua, que tuvo una contracción de 11,8%. “El motivo detrás de dicha caída –dice el informe– fue también el impacto de la sequía, perjudicando la generación de energía hidroeléctrica. Al mismo tiempo hubo un aumento de importaciones de energía, principalmente desde Brasil”.
Adicionalmente, otros sectores de gran relevancia en términos de actividad económica, también se contrajeron. Es el caso de la Industria Manufacturera (cayendo 1,5% respecto al mismo periodo año anterior), donde se destaca una menor producción de las industrias de alimentos, principalmente por una menor actividad en la industria frigorífica, contrarrestada parcialmente por la industria láctea, y la fabricación de pasta de celulosa a raíz de la puesta en marcha de la tercera planta de celulosa, esto último como un factor positivo.
Con una caída más acentuada se encuentra la Construcción, que registró una variación interanual negativa de 6,6%. Ello se puede explicar por una disminución en la construcción de edificios y otras construcciones, ambas relacionadas a la tercera planta de celulosa y las obras del Ferrocarril Central. A su vez, se observó un mayor dinamismo en obras viales, líneas de energía y líneas de comunicación.
No todo fue a la baja
En lo que respecta a aquellos sectores que tuvieron un mejor desempeño en el segundo trimestre de 2023, destaca el crecimiento interanual de 2,5% alcanzado por Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones, aunque desacelera respecto al registro del comienzo del año cuando había crecido 7,7%.
“El crecimiento del sector se explica por una mayor producción de servicios de Información y Comunicaciones, tanto en lo que refiere a los servicios de tecnologías de la información como los servicios de telecomunicaciones”, señala el informe Cuentas Nacionales Trimestrales.
Actividades profesionales y Arrendamiento fue otro de los sectores que registró un crecimiento positivo de su valor agregado de 3,5%. El mismo se asocia fundamentalmente a un aumento del valor agregado de las actividades administrativas y servicios de apoyo.
Perspectivas
Bajo un contexto de menor actividad económica en términos agregados para la economía local que se reafirma con los datos obtenidos hasta la primera mitad del año, se presenta un escenario relativamente más optimista para el segundo semestre.
“El impulso vendrá –sostiene el informe– por parte del sector agro tras la salida de la crisis hídrica, así como también desde el sector transporte y la industria manufacturera por las operaciones de la nueva planta de celulosa”.
A su vez, se espera un incremento del consumo de los hogares frente a mejores condiciones en términos de empleo y poder adquisitivo de los hogares.
“Sin embargo, este impulso se quedará a mitad de camino, dando lugar a correcciones a la baja en las proyecciones y estableciendo que es altamente probable que la economía uruguaya cierre el año 2023 con un crecimiento promedio respecto al año anterior más bien cercano al 0%, es decir un escenario de estancamiento económico”, concluye el informe.
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