Un Día del Patrimonio tranqui.
El Día del Patrimonio (mejor dicho el fin de semana) permitió que muchos restaurantes y boliches de la Ciudad Vieja, el hot spot patrimonial por excelencia, aprovecharan el clima y el público que andaba en la vuelta para poner mesas afuera hasta donde pudieron. La peatonal Sarandí estaba llena de de artesanos y mostraba piques originales, como las artesanas de Manos del Uruguay tejiendo con rueca al aire libre. Otro evento con público fue el concierto militar del domingo al mediodía en la Plaza Independencia. Además, se dice que entraban 300 personas por hora a visitar la quinta de Vaz Ferreira.
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