El mercado de 0km completó cinco meses consecutivos a la baja. La mayor cautela está reflejada en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que cayó en mayo por tercer mes consecutivo (última medición) y registra el menor valor desde mayo-junio de 2016. La predisposición a la compra de bienes durables (como los 0km e inmuebles) bajó 5% el último mes.
El descenso fue generalizado en todas las categorías comercializadas. En automóviles y SUV se colocaron 2.312 vehículos, frente a 3.793 de un año antes, es decir 1.481 menos. La otra baja significativa se dio en el segmento de utilitarios: se colocaron 701 frente a 1.153 de un año atrás.
El comportamiento de las ventas también se nota en las arcas de la Dirección General Impositiva (DGI). Lo recaudado por Imesi Automotores cayó 12,7% entre enero y junio con $ 2.069 millones (US$ 70 millones) respecto a 2017.
En Uruguay, los vehículos nuevos están gravados por Imesi a un tasa que va de 23% a 43% para los vehículos a nafta (aumenta a mayor cilindrada) y de 115% para los coches a gasoil con excepciones para los utilitarios.
Hasta la fecha el mayor dinamismo del mercado se observó en la franja de entre US$ 12 mil y US$ 13 mil. Así, los uruguayos mantienen su preferencia por los modelos más económicos y de menor cilindrada, que tienen un tratamiento tributario diferencial.
El comportamiento futuro de las ventas es una interrogante y eso pesa en la planificación de los concesionarios. Generalmente un pedido de importación dentro del Mercosur se hace con tres meses de anticipación. Cuando se trata de modelos armados en Europa esos plazos pueden trepar a cuatro o cinco meses.
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