InfoNegocios habló con Nicolás Alaggia, despachante de aduana pero también empresario del mundo del karting en Uruguay quien desempeña el rol de “dealer” de dos reconocidas marcas a nivel mundial: Praga y Rotax.
La primera es de origen checo cuya fábrica se encuentra en Italia. Se dedica a la fabricación de chasis profesionales con los cuales se corre no solo en Uruguay sino en los torneos más importantes del mundo, un armazón de Praga con todo lo nuevo que puede llegar a tener ronda los US$ 6.000. Mientras que Rotax de origen austríaco, se dedica a la fabricación de motores de última generación para este deporte que se desarolla a nivel mundial. Un motor modelo Max Evo con 22 caballos de fuerza cuesta aproximadamente US$ 4.000.
Según Alaggia son autos “de fórmula 1 pero en chiquito”. En este momento aproximadamente unos 14 pilotos profesionales están utilizando estas marcas en Uruguay, que generalmente se utilizan en conjunto dado que mantienen estrechos vínculos comerciales. Tanto es así que Praga fabrica modelos de chasis en función de las características de los motores hechos por Rotax.
El objetivo del empresario es no solo comercializar ambas marcas en el país sino también formar un equipo oficial Praga.
“Uno asocia siempre el karting con un vehículo como para chicos, pero es un elemento donde el tema físico es fundamental” sentenció Alaggia.
Por otra parte existe una categoría llamada Junior Max la cual se mantiene a nivel mundial de Rotax, donde se utiliza el motor Max Evo y que brinda la posibilidad al campeón de cada país a competir en la final del mundo con todos los gastos pagos,
“Por ejemplo el fin de semana pasado se disputó un torneo sudamericano de Rotax con estos motores que tengo acá y el que lo ganó en pista fue el único piloto uruguayo y tiene 14 años” comentó el empresario.
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