Un nuevo grupo de inversores se hizo de la marca Chesterhouse y reabrió esta semana, luego de cerca de medio año cerrado, los cuatro locales de un espacio cuyo concepto de cafetería y delicias gourmet combina –desde 2016, cuando abrió por primera vez– las tendencias internacionales con los gustos del paladar de los uruguayos.
De hecho, Chesterhouse fue la primera cafetería uruguaya que instaló el concepto de café express al mejor estilo cafeterías multinacionales, pudiendo el cliente comprar su café, en vasos especialmente diseñados para ir tomándolos en el camino, llevarlos al trabajo o bien, quedándose cómodamente sentado en los sillones Chesterfield o Chester, que sirvieron de inspiración para el nombre de la cafetería, ya que se trata de un símbolo indiscutible y emblemático del estilo clásico de decoración británico que comenzó a utilizarse en el siglo XVIII.
El punto es que, según el nuevo grupo de inversores –de capitales 100% uruguayos–, con la reapertura de los cuatro locales de Chesterhouse se vuelve a dar trabajo a un importante número de personas muy capacitadas para hacer que cada cliente que ingrese al local, no importa si solo toma un café y se queda allí trabajando, viva una experiencia distinta.
También, si bien la cadena de pagos nunca se cortó, el importante número de proveedores de la marca volverán al engranaje cotidiano de vender, entregar y cobrar por sus productos y servicios logrando que, otra vez, los fanáticos de Chesterhouse se reencuentren con ese espacio de calma que caracterizó a este café en medio del trajín de Zonamérica, Ciudad Vieja o el World Trade Center.
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