Desde tiempos inmemoriales hombres y mujeres han celebrado alrededor del mundo fiestas de todo tipo, desde religiosas a vinculadas con la naturaleza, pasando por las de un hecho o personaje histórico relevante a las que solo se refieren exclusivamente a un rasgo de la identidad de una comunidad. En este sentido, a pesar de su joven historia y de poseer un territorio no muy extenso, Uruguay ha tenido y tiene hombres y mujeres que hallaron siempre la excusa perfecta para encontrarse y celebrar, entre otras cosas, por Artigas, por la uva y el vino, por las costumbres nacionales y las de otros países, por vírgenes y santos, por rey Momo y hasta por la nostalgia.
En el marco de una nueva Noche de la Nostalgia –algunos dicen que es la 45ª edición– y aprovechando la presentación del libro “Fiestas Orientales: Tradición y Vanguardia”, Opción Consultores junto al Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) presentaron el informe “Fiestas culturales de Uruguay. Participación e impacto”, una encuesta sobre el Día del Patrimonio, la Noche de la Nostalgia, Fiestas Tradicionales, Carnaval e Iemanjá.
Según el trabajo, más de la mitad de los adultos asistieron a fiestas tradicionales en los últimos cinco años, es decir, 52% de los uruguayos asistieron a algún evento o fiesta tradicional, lo que equivale a más de 1.300.000 personas. Esto habla del arraigo que tienen las expresiones tradicionales del país, contribuyendo a la preservación de aspectos de la identidad además de generar un impacto positivo en términos económicos.
Otro dato que brinda el informe “Fiestas culturales de Uruguay. Participación e impacto” es que, en lo que va de 2023, alrededor del 15% de los uruguayos –unas 500.000 personas– participaron en al menos un festival popular o un evento sociocultural durante la Semana de Turismo.
Dentro de las fiestas tradicionales que suceden durante Semana de Turismo, en 2023 La Criolla del Prado fue la actividad anual con más participantes: 154.000 visitantes únicos reales, lo que equivale a 13% de la población. Otras celebraciones con mucha concurrencia fueron la Semana de la Cerveza de Paysandú (67.500), Fiesta del Olimar en Treinta y Tres (51.000) y la Criolla del Parque Roosvelt en Canelones (41.000 personas).
Otros datos relevantes del estudio de Opción Consultores y Ceres son los que arroja Carnaval, donde el 21% de los uruguayos –unas 555.000 personas– concurrió al tablado en 2023, el 22% –unas 594.000 personas– asistió a algún desfile de Llamadas, el 13% de los adultos uruguayos –340.000 personas– declaró participar en las actividades de Día del Patrimonio en 2022 (la próxima edición es en octubre) y el 9% declaró concurrir a la Fiesta de Iemanjá este año, totalizando unas 249.000 personas.
Ahora bien, “la fiesta” más popular de los uruguayos es, por lejos, la Noche de la Nostalgia, un fenómeno que se da gracias a la apropiación que hizo la gente del concepto y que no depende de una organización para que suceda.
Según el trabajo “Fiestas culturales de Uruguay. Participación e impacto”, un 19% de los adultos –unas 500.000 personas– declaró haber participado en la Noche de la Nostalgia, la fiesta que se celebra el 24 de agosto de cada año, cuya característica es que sea de la generación que sea, siempre se arma bailongo, ya que revive las canciones y la cultura de décadas pasadas. Cada uno que brille con su bola de espejos.
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