Todo comenzó hace más de 30 años en el fondo de una casa, con una pequeña hornalla y una batidora. Pablo Gómez, junto a su padre y su hermano, salían a recorrer kioscos con una mochila llena de alfajores de maicena caseros. “Nosotros mismos los entregamos, kiosco por kiosco, con la idea de que la gente pudiera probar un producto casero de verdad”, recordó Gómez, actual director de la empresa.
La calidad y el boca a boca hicieron el resto. Hoy, Mazarena Artesanal se posiciona como una de las marcas líderes del rubro, con 14 líneas de producción y presencia en más de 2.200 puntos de venta en Montevideo, además de diversas localidades del interior. Sin embargo, a pesar del crecimiento, la esencia sigue siendo la misma: productos artesanales, sin conservantes, que respetan la receta original que conquistó a los uruguayos desde el primer día.
El gran desafío de Mazarena siempre fue mantener su producción activa los 12 meses del año. Al no utilizar conservantes, la duración de sus productos es limitada, lo que complicaba su distribución en meses de altas temperaturas. La solución llegó con la diversificación: “Decidimos viajar a Europa para buscar productos de calidad similar a los nuestros y así logramos importar las palmitas españolas, que en Uruguay eran muy costosas de producir en volumen”, explicó Gómez.
Además, se consolidó como uno de los principales distribuidores de jugos Big C en Uruguay. “Queríamos ofrecer al distribuidor más opciones para trabajar todo el año, porque sabemos que de esto dependen familias enteras”, señaló. En este sentido, Gómez mencionó que Blodwen S.A. es la sociedad anónima que engloba tanto la importadora como la fábrica.
El año pasado, Mazarena Artesanal duplicó el tamaño de su planta, incorporando maquinaria de última tecnología para aumentar su producción sin perder la calidad artesanal. “Si seguíamos fabricando de forma totalmente manual, nunca íbamos a poder atender la demanda actual”, afirmó Gómez. Ahora, la meta es clara: posicionarse con al menos cinco de sus productos en un 65% del mercado y expandirse de manera sólida en el interior del país.
Mazarena no solo busca consolidarse en el mercado con sus clásicos productos, sino que también trabaja en nuevos lanzamientos. “Estamos desarrollando un alfajor con un ingrediente natural innovador que falta en el mercado. Sabemos que va a ser un boom”, adelantó Gómez.
El producto estrella de la marca, según Gómez, es sin duda el alfajor de maicena, que representa su origen y lo defienden con firmeza. Sin embargo, actualmente también son líderes en otros productos, como el Yo-Yo, el barquillo de dulce de leche y el bloquecito de dulce de leche. Estos cuatro productos son los que dominan el mercado en la actualidad.
Por otro lado, la marca también apuesta a fortalecer su identidad en los puntos de venta con exhibidores artesanales de madera, manteniendo su imagen rústica y diferenciándose de las marcas industriales. “Seguimos creciendo, pero sin perder la esencia que nos hizo llegar hasta acá”, concluyó Gómez.
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