Por más armada que parezca la frase, “viajar te cambia la vida“, para los creadores del proyecto Wabee.Sabi esto se aplica a la perfección. Es que este emprendimiento surgió a raíz de un viaje a Australia, ya que los creadores del proyecto vivieron en una casa de campo dedicada a la apicultura. “Conocimos un producto casero para conservar alimentos, esta experiencia, junto con la gente que conocimos, fue nuestra inspiración“, explicó Tomas Jolivet, co- fundador del proyecto.
El proyecto está orientado a lo ecológico, al deporte y a la buena alimentación, para conectarse de lleno con el medio ambiente. Este emprendimiento “surge con la idea de reducir la cantidad de papel film que utilizamos día a día. El nombre viene del término japonés Wabi Sabi, que significa ver lo lindo de las imperfecciones y respetar el ciclo natural de la vida“, comentó Jolivet.
Brian Diaz, co fundador del proyecto señaló que vienen trabajando hace un año en Wabee.Sabi, y hace 8 meses con la CIE (Centro de Innovación y Emprendimientos) y la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación). “A través de ellos pudimos validar el interés social que hay en sustituir el papel film por un envoltorio 100% ecológico“, agregó.
Los objetivos son concientizar a la gente de que es necesario cuidar el medio ambiente y que hay alternativas sostenibles para conservar alimentos.
El producto que están comercializando cuesta $500 y es un pack 100% reciclado en el que vienen tres envoltorios de diferentes medidas. Grande 36x36 cm, mediana 27x27 cm y pequeña 22x22 cm.
“Al ser un conservador de alimentos eco-amigable, la ventaja principal es la contribución del usuario con el medio ambiente. Es un producto innovador fabricado 100% en Uruguay con productos naturales como tela de algodón, cera de abeja, resina de árbol y aceite de jojoba“, afirmó Pagola, uno de los impulsores de el startup.
Sus propiedades permiten moldearlo y sellarlo con el calor de las manos, para que se adapten a cualquier recipiente o alimento. “Es lavable (con agua fría) y reusable, con una vida útil de hasta un año. Una vez cumplida su vida útil, puede usarse para prender un fuego o para compost“, comentó uno de los directores del proyecto.
Además, algunos ingredientes le dan propiedades anti bacterianas al envoltorio, lo cual lo hace un conservador de alimentos, a diferencia del papel film que contamina la comida. A su vez, al ser un producto hecho a base de tela de algodón, tiene la flexibilidad en cuanto a su diseño, teniendo la opción de la exclusividad o personalización.
“Lanzamos el producto al mercado hace una semana y ya cumplimos con el objetivo mensual. El desafío es mantenerlo. Esperamos cambiar los hábitos de conservación de alimentos, vendiendo de forma industrial en Uruguay. Una vez cumplido el objetivo, apuntamos a insertar este concepto en los países de la región“, concluyó Díaz..
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