Ante la crisis, cada continente se ajusta el cinturón a su manera
La crisis económica mundial está cambiando hábitos en todas las clases sociales. En Estados Unidos está de moda el shopping de lujo a domicilio, porque los ricos no se atreven a salir de las tiendas con sus compras. Las tarjetas de crédito aumentaron los intereses, y los shoppings reducen horario por falta de clientes. En las clases bajas, donde hay mayor competencia laboral entre estadounidenses e inmigrantes, la xenofobia va en aumento.En Italia la ocupación de viviendas surgió como nunca y la gente se deshace de sus tesoros de familia a bajos precios en tiendas de segunda mano. En Francia está de moda el alquiler de terrenos para huertas por 50 euros al mes y el trueque de objetos y servicios. Los franceses no dejan de ir al restaurante pero aprovechan el "menú de crisis", por 9 euros, y en la Costa Azul surge el menú “a voluntad”. En España baja el uso de celulares y la venta de autos, y la gente come en la oficina. Para los adolescentes se acabaron los taxis, ir a tomar copas con amigos, gastar en discos y ropa, y la dependencia económica se prolonga. En Uruguay el mercado laboral todavía no ha sentido demasiado los efectos de la crisis, pero la venta de 0 km bajó más de 30% desde fines de 2008. En la consultora CPA/Ferrere opinan que "es probable que el recrudecimiento de la crisis y sus impactos regionales tengan un impacto interno nada despreciable, con mayor intensidad en la segunda mitad del año".
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