La Parrillita nació como nacen los grandes sueños: con amor, entre familia, al calor de las brasas y con la convicción de que los encuentros genuinos merecen un lugar especial. Así, lo que empezó como un talento natural de Juan Papazian para los asados familiares, terminó transformándose en un espacio lleno de vida, sabor y emociones sinceras.
Hoy, este querido emprendimiento familiar da un paso más y vuelve a abrir los domingos, como lo pedían sus fieles comensales, con una nueva propuesta de menú ideal para disfrutar en familia, en pareja o con amigos.
Pero eso no es todo, con una inversión reciente de más de 35.000 dólares, La Parrillita se renueva y potencia el lugar para eventos privados y corporativos, siendo reservada por muchas empresas que encuentran en este lugar un proyecto con alma.
“Esto crece de boca en boca y la idea es que las personas puedan venir a disfrutar de un ambiente rústico, es verdad, pero así son las parrillas y como en el hogar, son espacios tanto íntimos como lleno de amigos, cuidado en cada detalle”, dijo Papazian.
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