El cuento del tío 2.0

(Por PIMOD) “La estafaron a mi vieja con 4.000 dólares”, me contó un amigo hace unos días. ¿Cómo? A través de Facebook, donde el cuento del tío se ha reinventado y sigue teniendo efecto. Los usuarios de Internet ya estamos bastante acostumbrados a las mentiras que nos llegan vía e-mail con intención de sacarnos dinero, o nuestros datos, para luego robarnos... (seguí, hacé clic en el título)

... Un e-mail de “Visa” diciendo que nuestra tarjeta se bloqueará a menos que ingresemos nuestros datos en el sitio www.vlsa.com que tiene una L en lugar de la i; un premio increíble que ganamos sin anotarnos a ningún sorteo; un abogado que nos pide un pago para otorgarnos una herencia que recibimos de un pariente desconocido. Son cosas que por lo general juegan con una cierta urgencia, para que no nos detengamos a pensar lo sospechosas que suenan.

En estos casos, lo mejor es aplicar el sentido común y analizar un poco más la situación. Suele suceder que cuando las cosas son demasiado buenas para ser verdad, por lo general son mentiras. Y como base, no deberíamos otorgar nuestros datos confidenciales a ningún sitio desconocido o e-mail cuya identidad no podemos comprobar. Pero el auge de Facebook dio lugar a un fraude por suplantación de identidad (conocido como phishing) mucho más difícil de detectar.

¿Quién conoce realmente a TODOS sus contactos de Facebook? ¿Cuántos de nosotros aceptamos gente por ser “parientes lejanos” (en realidad sólo compartimos apellido)? ¿Cuántos nos preocupamos por la configuración de privacidad de nuestra cuenta? 

La llegada repentina de estos medios sociales nos encontró sin las herramientas necesarias para cuidar nuestra seguridad. Para la generación pre-internet, lo “virtual” siempre sonó opuesto a lo “real”, dando la sensación de que todo lo que se hacía en internet no tenía consecuencias. Es tiempo de aprender que gran parte de nuestra vida (nuestros datos, nuestra información personal) hoy pasa por internet y tenemos que tomar las medidas de seguridad adecuadas.

Puntualmente, a la madre de mi amigo la contactó un primo que vive en España a través de Facebook Messenger diciéndole que estaba varado en otro país y necesitaba que le enviara dinero para salir. También le pidió que no le contara a nadie de la familia porque quería resolverlo sin que se enteraran, y nombró gente y situaciones que daban la confianza de estar realmente hablando con esa persona.

De más está decir que era un fraude muy bien orquestado, basado en los datos, fotos, comentarios, y demás información que está en Facebook, probablemente completada con búsquedas en internet en general. A partir de allí el estafador pudo saber la relación que tenía con este primo, los nombres de sus hijos (a quienes nombró en la conversación), su número de teléfono y otros detalles que volvían la historia muy verosímil. Tanto que le envió 4.000 dólares.

¿Cómo evitamos caer en esta trampa? En primer lugar, apliquemos el mismo sentido común que tendríamos si no estuviéramos en Internet: sospechemos de cualquiera que quiera acceder a nuestros datos confidenciales, nuestro número de tarjeta de crédito o cuenta bancaria, o nos pida que le enviemos dinero.

Si la persona aparenta ser quien dice, podemos comprobarlo fácilmente con una pregunta falsa, ante la cual un impostor intentará seguirnos el juego, poniéndose en evidencia. Pude ser por ejemplo preguntar por una mascota inexistente, un amigo ficticio o un viaje que nunca hizo. Si la persona no se sorprende de lo absurdo de la pregunta, estamos claramente frente a un estafador.

Por otro lado, para prevenir estas situaciones es importante cuidar la privacidad de nuestros datos en Facebook: no aceptar a usuarios desconocidos, no dejar la información pública y no dar nuestros datos a menos que estemos seguros de la identidad de nuestro interlocutor. Quien vio la película Nueve Reinas (si no la vieron, véanla) sabe que estas prácticas no son nuevas, y que la viveza es lo único que se necesita para estafar a alguien, y también para evitar ser estafado.

Clarisa Lucciarini
Directora Creativa en PIMOD
Twitter: @ClarisaLu

 

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