Uruguay se ubicó en el lugar 27 del Índice Global de Complejidad Empresarial (GBCI, por sus siglas en inglés) que elabora anualmente la firma TMF Group. Este resultado posiciona al país como uno de los menos complejos para hacer negocios en América Latina, superado en la región solo por Chile (puesto 20).
El índice, que abarca 79 jurisdicciones, clasifica a los países del más complejo (posición 1) al más accesible (posición 79) para la operación empresarial, tomando en cuenta aspectos como regulaciones corporativas, normativa fiscal y gestión de recursos humanos. En la edición 2025, Grecia, Francia, México, Turquía y Colombia encabezaron el ranking de mayor complejidad, mientras que Islas Caimán, Dinamarca y Nueva Zelanda fueron señalados como los entornos más simples.
Uruguay mejora su desempeño respecto al año anterior, cuando ocupaba el puesto 26. Según el informe, esta estabilidad relativa se basa en factores como un entorno político previsible, vínculos comerciales sólidos y una infraestructura que mitiga riesgos operativos, en especial en áreas clave como caminos, puertos y telecomunicaciones.
Ventajas y desafíos
Pese a su buen posicionamiento general, el informe señala que las empresas extranjeras enfrentan mayores desafíos durante la fase de instalación en el país, especialmente en lo que refiere a normas y procesos corporativos, rubro en el que Uruguay se encuentra en el puesto 15 del subranking. Por otro lado, en lo relativo a contabilidad y fiscalidad, el país figura en el lugar 35, y en capital humano y gestión de nómina, en el 38.
TMF Group destaca que, una vez superada la etapa inicial, las operaciones en Uruguay se desarrollan en un entorno regulatorio estable y predecible. También se subraya la estabilidad de los costos fijos, lo que reduce la exposición a disrupciones en las cadenas de suministro.
El informe atribuye parte del atractivo del país a su capacidad de adaptación frente a disrupciones geopolíticas y a la continuidad de políticas orientadas a fortalecer la inserción internacional. En ese sentido, se menciona la prioridad gubernamental de firmar acuerdos comerciales efectivos, como el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.
Factores estructurales
Además de los aspectos regulatorios, el GBCI 2025 reconoce el rol del sector privado uruguayo, que ha incorporado herramientas digitales y promovido la innovación como mecanismos para afrontar los desafíos económicos. También se valora la consolidación del trabajo remoto, respaldado por un marco legal aceptado por empleadores y trabajadores.
En materia de remuneraciones, el informe observa una combinación de salarios competitivos con baja rotación laboral y estabilidad macroeconómica, especialmente en sectores como el tecnológico.
Un insumo para la planificación
El Índice de Complejidad Empresarial no pretende disuadir la inversión, aclara TMF Group, sino ofrecer una herramienta útil para comprender los obstáculos potenciales y facilitar la planificación de operaciones internacionales. La firma cuenta con equipos en 87 jurisdicciones, incluidos Uruguay y Paraguay, y su informe se basa en más de 250 indicadores evaluados por expertos locales.
En el contexto latinoamericano, el posicionamiento de Uruguay contrasta con el de otras economías relevantes de la región como Brasil (puesto 6), Argentina (11), México (3) y Colombia (5), todas ellas entre las 15 más complejas del mundo para operar, según el ranking de TMF Group.
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