El crecimiento de las energías renovables ha sido clave, en los últimos años, para mitigar los impactos de la volatilidad de los mercados, como el del petróleo y el gas, promoviendo así un modelo energético sostenible. Según el informe Renewable Power Generation Costs in 2023, publicado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) y compartido por SEG Ingeniería, empresa líder en el área de eficiencia energética y optimización de costos en la región desde 1996, el desarrollo de las energías renovables se enmarca en un compromiso creciente a nivel mundial para alcanzar las metas climáticas y asegurar un futuro energético sustentable.
El documento explica que, en lo que va del siglo, la capacidad global de generación en base a energías renovables se quintuplicó, alcanzando en 2023 los 3.865 GW instalados. Solo el último año, la potencia renovable mundial creció 14% en términos anuales, creciendo 473 GW, marcando un récord de incorporación, siendo 54% mayor que en 2022, y mostrando la mayor tasa de crecimiento anual desde 2000. Con 346 GW para la solar fotovoltaica y 104 GW para la eólica terrestre, estas fuentes acumulan más del 95% de las adiciones de 2023.
Otras energías renovables, como la hidroeléctrica y la biomasa, mostraron desempeños más modestos.
Según el informe, el rápido incremento en la adopción global de las renovables no convencionales se explica por los avances tecnológicos y las reducciones de costos, pero también debido a la efectividad de las políticas específicas de incentivo implementadas por varios países.
En este sentido, China fue el mayor mercado de nueva capacidad instalada de generación a gran escala. El país asiático contribuyó con el 63% de las nuevas instalaciones de energía solar y el 66% de la eólica en tierra, manteniendo su posición como líder mundial en energías renovables. Por otra parte, Europa y Estados Unidos también registraron crecimientos significativos, con programas enfocados en fomentar la adopción de tecnologías limpias.
En América Latina, el informe destaca el desempeño de Uruguay y fundamentalmente a Brasil, que en 2023 alcanzó un récord de instalaciones de eólica terrestre de 5 GW.
El costo nivelado de la electricidad (LCOE, por sus siglas en inglés) se mantiene como un indicador relevante en la evaluación de la competitividad de las tecnologías de generación eléctrica, siendo uno de los productos más destacados del informe de IRENA.
Este indicador refleja el costo total asociado a una planta de generación eléctrica, considerando todas las etapas desde su proyección, construcción y puesta en operación, hasta sus costos de mantenimiento y combustible, expresado en dólares por unidad de energía. Su fortaleza está en que permite comparar tecnologías de generación que presentan estructuras de costos muy diferentes, como una central eólica y una planta de carbón. Mientras que la primera demanda una inversión inicial significativamente más alta que la segunda, su operación a largo plazo se beneficia del uso de un recurso sin costo, lo que hace que su LCOE sea competitivo. En esencia, el LCOE actúa como el precio mínimo promedio al que la energía generada debe ser vendida para garantizar la rentabilidad de la planta durante toda su vida útil.
El LCOE promedio ponderado global de los proyectos de energía solar fotovoltaica ejecutados en 2023 fue 44 US$/MWh, una mejora del 12% respecto del año anterior. En 2010, el LCOE de esta tecnología era de 460 US$/MWh, lo que marca un desplome del costo del 90% en 13 años. Este desempeño marca que la mayoría de la capacidad instalada solar en el mundo muestra hoy un LCOE más bajo que la planta a combustible fósil más barata.
La eólica en tierra alcanzó un LCOE promedio de 33 US$/MWh el último año, mostrando una reducción interanual del 3%. Siendo competitiva ya en 2010, esta tecnología mostró una caída del 70% desde entonces, cuando el LCOE promediaba los 111 US$/MWh. De esta manera, vale destacar que cada uno de los 104 GW instalados de eólica en tierra durante 2023 muestran un LCOE promedio ponderado menor que su alternativa a combustibles fósiles por país y región.
Estas reducciones han sido posibles por menores costos de instalación, mejoras tecnológicas, economías de escala y condiciones de financiamiento favorables. Además, la adopción masiva ha promovido un círculo virtuoso en el que mayores despliegues fomentan nuevas innovaciones, resultando en costos aún más bajos.
Entre 2010 y 2023, las energías renovables permitieron ahorros estimados de 409.000 millones de dólares en costos de combustibles para el sector eléctrico mundial. La mayor parte de este ahorro lo ha capitalizado Asia con 212.000 millones de dólares, al tiempo que para Sudamérica el ahorro ascendió a 53.000 millones de dólares.
El informe de IRENA subraya cómo las energías renovables no solo son esenciales para mitigar el cambio climático, sino también para promover el desarrollo económico y social. Las oportunidades económicas derivadas del despliegue de estas tecnologías son notables, desde la generación de empleo en sectores como la fabricación, instalación y mantenimiento, hasta la atracción de inversión extranjera directa.
Con costos decrecientes y un impacto positivo comprobado, las energías renovables se posicionan como el eje central de un futuro energético sostenible.
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