El estudio aduanero y de logística internacional Brokers & Trading, con oficinas tanto en Argentina como Uruguay, divulgó recientemente un relevamiento del costo de los fletes que conectan China y Uruguay, que según el informe “sufrieron un meteórico aumento de 760% en apenas cuatro meses”.
El equipo de Brokers & Trading remarca, a su vez, que Drewry -consultora británica responsable de investigación y asesoría marítima, así como consultores en cadena de suministros e investigación financiera marítima- señaló como principales influencias que impulsaron estos sorprendentes aumentos de las tarifas de flete en todo el mundo son: el mayor nivel de concentración de la industria de transporte marítimo, una demanda inesperadamente fuerte en América del Norte y Europa -en parte debido a la reposición de stocks-, una prisa estacional por traer cargamentos antes de que las fábricas chinas cerraran por la Semana Dorada -evento que se da a principios de octubre.
Según el informe, Jeremy Nixon, CEO de Ocean Network Express -empresa de transporte de contenedores reconocida internacionalmente por su sigla ONE-, afirmó que “está todo vendido: los barcos están 100% llenos, los contenedores están 100% llenos, no puedes conseguir un contenedor y no puedes recoger un barco en el mercado spot. Todo el ciclo de envío de contenedores funciona a toda máquina, y nuestro trabajo es mantener la red en funcionamiento”.
En este contexto tremendamente complejo e impredecible -remarca el informe de Brokers & Trading-, con la pandemia dominando el comercio mundial, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte y la Cámara Naviera Internacional pidieron a las Naciones Unidas y todos sus organismos que mantengan los puertos abiertos y faciliten los cambios de tripulación para mantener el comercio marítimo en movimiento en medio de la pandemia de COVID-19.
“A medida que la pandemia de COVID-19 se afianza -indicaron-, es importante que los gobiernos del mundo comprendan completamente que alrededor del 90% del comercio mundial se transporta mediante envíos comerciales, que transportan alimentos, energía y materias primas del mundo, así como productos manufacturados y componentes, incluidos suministros médicos vitales y muchos productos vendidos en supermercados, artículos que son necesarios para la preservación de muchos trabajos en la fabricación, sin los cuales la sociedad moderna simplemente no puede funcionar”.
Ahora bien, independientemente de los grandes vaivenes en el valor de los fletes, lo que Brokers & Trading remarca en su relevamiento es que “el total de los productos chinos adquiridos por Uruguay continúa en descenso y llegó al nivel más bajo de los últimos ocho años”, incluso más, “según datos de Penta-Transaction, entre enero y octubre de este año Uruguay importó mercadería por US$ 1.152 millones, convirtiéndose China en el segundo principal proveedor, después de Brasil”.
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