Isla Correyero, No fluye sangre
No he venido a traerte la violencia
que habita en mi corazón.
No he venido a mostrarte mis ojos despintados
y mi último vestido.
No he venido a distraerte ni a olvidar.
Ni vengo a matarte ni a vivir de tu sombra.
He venido a verte envejecer y a que
en tu decadencia me veas como nunca me viste:
Fría, paciente y azul como un cadáver.
El blog de Emma Gunst.
Tu opinión enriquece este artículo: