en el Palacio Chiarino a U$S 1.500.000, la Casa Mercedes a U$S 650.000, un apartamento en el Edificio Nefertiti a U$S 850.000, o casonas en Carrasco con valores aproximados al millón de dólares. Pero, ¿quiénes venden estas propiedades? ¿qué se le exige a los compradores y qué beneficios otorga la Intendencia?
Según comenta Inés Bonicelli desde Bado & Asociados en el caso de las propiedades de Carrasco, “algunas casas han estado en posesión de las familias propietarias desde que eran casas de veraneo cuando Carrasco era un balneario y ahora las generaciones más jóvenes quieren mudarse e irse a casas más modernas”. La mayoría de estas propiedades fueron restauradas por europeos que, según informa Bonicelli, las ponen a la venta porque son familias que están yéndose de Uruguay. Pero invertir en una propiedad de este tipo también requiere exigencias a los nuevos propietarios así como beneficios, como por ejemplo, la Intendencia brinda beneficios tributarios a los propietarios como la exoneración de la contribución pero, a cambio se les impone que deban mantener las fachadas y algunas otras características del entorno de las propiedades.
Consultada Bonicelli acerca del público interesado en este tipo de inversiones distingue entre quienes aprecian la arquitectura original y están dispuestos en reciclar, restaurar y mantener las casas, extranjeros que invierten en el país, y empresas que reciclan y mantienen sus fachadas para recibir clientes.
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