Montoya: "la presión impositiva es alta, pero se tolera" (el problema es la desigualdad tributaria)
Es un técnico con visión política. Hincha fanático de Belgrano, el cordobés Santiago Montoya tuvo un paso menor por los equipos de Cavallo, cobró notoriedad como recaudador de Felipe Solá y tuvo otro “zarandeo” mediático cuando Néstor Kirchner hizo que Daniel Scioli lo echara del ARBA (el ente autárquico impositivo de Buenos Aires) por no aceptar ser “candidato testimonial”.
Alineado con el sciolismo en ideología y modos, Montoya se tragó ese sapo y volvió a encontrar trabajo junto a su jefe político (siempre dentro del Estado) como titular del Grupo Bapro (el banco, la ART, la aseguradora).
Montoya pasó ayer por Córdoba para hablar expresamente de su función e implícitamente de su armado político de cara al 2013 y 2015.
Como titular del Grupo Bapro estaba exultante: están cerrando el mejor año de la historia de la entidad, con 50% de crecimiento en facturación y elevada rentabilidad.
Como político en reposo dejó entrever que el sciolismo tiene intenciones de hacer pie en Córdoba y seguramente no fue casual la presencia de Olga Riutort y “Tati” Bugliotti (foto).
Y como gran conocer del sistema y los subsistemas de recaudación, ante la consulta de InfoNegocios sobre una presión impositiva total que ya llega a 38 puntos del PIB (como en países desarrollados), dijo: “la presión está en niveles altos pero que puede tolerar… es alta, pero no demasiado alta. No instalemos un mito: 38 (puntos de PIB) es alto, pero el problema no es la presión impositiva sino la desigualdad: que para algunos sectores y empresas sea 55 y para otros es 15”.
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