Con una inversión de US$ 25 millones, la compañía instaló un nuevo módulo en el recinto portuario dotado de cintas, balanzas y un transbordador, construyó tres nuevos silos verticales con una capacidad de almacenaje de 10.000 toneladas cada uno, una plataforma volcadora para camiones y sumó un segundo puesto de descarga de barcazas en el muelle costero, con su correspondiente balanza de flujo.
A partir de esta obra, su capacidad de almacenaje en esta terminal pasó de 68.000 a 98.000 toneladas, lo que equivale a un 44% más. La velocidad de carga a buques, pasó de 800 a 1.400 toneladas por hora. En cuanto a la descarga de los camiones, pasó de 650 a 1.050 toneladas por hora, para lograr un rendimiento 61,5% superior. También llevó a más del triple la descarga de las barcazas, que pasó de 600 a 2.100 toneladas por hora, lo que incrementó la labor logística en 250%. En lo que refiere al transbordo directo, el ritmo aumentó de 600 a 1.500 toneladas por hora, para crecer en un 150%.
Christian Bolz, presidente de TGU, destacó la importancia de las obras para optimizar el rendimiento del puerto de Nueva Palmira. “El desarrollo del muelle oceánico nos permite coordinar acciones con el muelle costero para ofrecer una respuesta más ágil a las operaciones con granos. Nuestro objetivo es que el transporte por agua se transforme en la opción más conveniente, descongestionando las carreteras y potenciando la integración de todo el sistema logístico”, indicó.
Las nuevas instalaciones permiten agilizar la salida de los granos con destino a la exportación. A comienzos de la década pasada, TGU movilizaba unas 300.000 toneladas de granos anuales. En la actualidad, supera las dos millones de toneladas. Bolz indicó que la proyección es incrementar ese movimiento a partir de las nuevas obras.
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