Para las personas puntuales se hace exasperante la convivencia con un impuntual; de allí que se hayan roto muchas sociedades comerciales, e incluso, relaciones de pareja. Son difíciles las excusas más recurrentes de quienes jamás llegan a tiempo: desde que no calculó el tiempo del tránsito, hasta que pensó que estaba a horario; o que se confundió de día en su agenda, o bien que no supo dónde era el encuentro, cuando todo indica que no era así.
Lo cierto es que la impuntualidad es una manifestación de convivencia social muy dañina, que perjudica a todos: el que llega tarde recibe todo tipo de consecuencias y hasta castigos -como dejarlo fuera de un proyecto tentador-; y el puntual se siente estafado y abusado en su confianza, y que le faltan el respeto.
Algunos datos científicos
La Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) realizó un estudio, y concluyó -en general- que el impuntual llega tarde por más que sepa que esa conducta tendrá consecuencias. La razón principal es que, en promedio, las personas en general suelen subestimar en un 40% menos cuánto tardarán en completar una tarea, lo que ya presupone un desfasaje importante en el manejo del tiempo para cumplir un acuerdo.
En otro estudio de 2003 de la Universidad Estatal de San Diego (también de EE.UU.) analizó el comportamiento de 181 operadores del metro de Nueva York, y evaluó que las personas con tendencia a ser multitarea eran más impuntuales. Los neurocientíficos afirmaron que hacer múltiples tareas hace que sea más complejo que el cerebro procese los mecanismos de la llamada metacognición, el conocimiento propio de lo que estás haciendo, por lo que se pierde un punto de vista de ciertas cosas.
En el mismo estudio se descubrió que las personas que se orientan a logros son más puntuales y precisos respecto a los resultados son más puntuales, mientras que los más relajados y tranquilos no tienen tanta conciencia de las ventajas de ser puntual. Es decir, para ellos es casi normal ser laxos en este aspecto.
Por lo general, dejan todo para último momento; no toman consciencia de lo perjudicial que es su conducta para el entorno; le echan la culpa a sus ancestros -como si este fuese un rasgo heredado-; se victimizan diciendo que tuvieron mucho que hacer; o, peor aún, se excusan diciendo “no es tan grave llegar 10 minutos tarde” ¿Te reconoces en algo de esto?
En muchos casos, apurados por las circunstancias, empiezan a inventar todo tipo de excusas y mentiras, que el tiempo mismo se encargará de develar, empeorando aún más su reputación.
7 estrategias para mejorar la impuntualidad:
1) Divide las tareas en pequeñas porciones, y registra día y hora para que esté completo cada círculo de responsabilidad que tienes. Esto te ayudará a mantener el enfoque por partes, sin perder de vista el todo a cumplir.
2) Utiliza la visualización creativa. La técnica de visionar internamente el proceso de las tareas ayuda a ordenar las ideas, a marcar la red de relaciones implicadas y la importancia que tienes en el proceso. De esta forma esa imagen aparecerá mientras la ejecutas, y estarás más atento para cumplir los plazos.
3) Renegocia si llegas tarde. Sin que se haga una costumbre, si sabes de antemano que no arribarás a tiempo, avisa o cambia la cita.
4) Informa a otros del proceso de tu trabajo. Sobre todo cuando tienes un equipo alrededor, ser impuntual e incumplir tu parte es un incordio. Mantén el reporte al día de la marcha, y pide ayuda si es necesario.
5) Utiliza al menos dos alertas previas a cada compromiso. Programa tu móvil para que te avise desde la hora previa al menos dos veces, espaciadas y con suficiente tiempo para arribar puntual.
6) Toma la norma de adelantar tu agenda de citas. Si eres impuntual, trabaja en no sobrecargarte hasta no regularizar esta tendencia nociva, y agendar siempre de 10 a 15 minutos antes las distintas citas. Si no lo haces, lo demás lo harán por ti: si te pillan que eres impuntual, te citarán siempre media hora antes.
7) Planifica más separado. No acumules compromisos, sobre todo si tienes distancias que recorrer. Es preferible acomodar tu agenda que dejar plantadas a las personas, lo cual habla de que eres una persona poco confiable.
Daniel Colombo: Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 21 libros y comunicador profesional.
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