El Línea, con un “aire” del Punto, pero mucho más también.
Visto de frente, cuando llega, el Fiat Línea se parece a un Punto; pero apenas se va, deja una estela de elegancia y distinción. Es que este “lanzamiento del año” de la marca italiana en la región busca ser una entrada triunfal en el segmento de los sedan medianos, una categoría donde Fiat no tiene buen ranking. Por eso, para el Línea (que ya fue lanzado en mercados europeos) invirtieron 250 millones de euros, 350.000 horas de ingeniería y 1,5 millones de kilómetros en tests drives (algo así como dar la vuelta a la tierra unas 40 veces), antes de presentarlo en sociedad.