Mientras la Unión Europea avanza firme con su nueva regulación sobre ecodiseño (ESPR), muchas empresas de América Latina todavía no dimensionan su alcance. La normativa exigirá que todos los productos –desde textiles y electrónicos hasta alimentos o baterías– cuenten con un pasaporte digital que informe al consumidor sobre su trazabilidad e impacto ambiental. TraceSurfer es la startup creada por los diseñadores Mariano Piñeyrua y Carolyn Prevett y no solo ya está adaptada al nuevo estándar europeo, sino que participa activamente en su construcción, como parte del grupo internacional que diseña la arquitectura tecnológica de ese pasaporte obligatorio.
“Estamos dentro de la cocina del nuevo estándar”, comentó Mariano Piñeyrua, CEO y cofundador de TraceSurfer, en entrevista con InfoNegocios. Esto les permite una ventaja competitiva, ya que están ayudando a empresas de la región a cumplir con los estándares de trazabilidad y transparencia que Europa aplicará en su plan piloto en noviembre de este año.
Al mismo tiempo, la startup trabaja con Naciones Unidas en un proyecto que se está implementando en ocho países de Asia y América Latina para eliminar químicos peligrosos en la industria textil. “La idea es que, después de estos pilotos, la ONU escale el modelo a nivel global”, señaló.
TraceSurfer comenzó como un spin-off de un estudio de diseño sostenible, pero actualmente se presenta como una startup tecnológica con alcance global. Su producto insignia es el pasaporte digital del producto.
Pero… ¿Qué es y cómo funciona un pasaporte digital del producto?
El pasaporte es un identificador único (QR, chip NFC o RFID) que rastrea el origen y el impacto ecológico de cualquier producto mientras crea simultáneamente un canal de comunicación entre la marca y el consumidor. Es decir, permite rastrear y documentar toda la vida del producto, desde su origen hasta los materiales utilizados, el proceso de fabricación, impacto ambiental y más.
“Esto permite una transparencia entre consumidores y reguladores, actuando como un canal de comunicación entre la marca y el consumidor final, impulsando prácticas de economía circular como la reparación, reventa o reciclaje”, explicó Piñeyrua.
El funcionamiento es simple: el usuario escanea el identificador del producto y accede a toda la información relacionada. Por su parte, las empresas pueden utilizar la herramienta para fomentar hábitos responsables, premiar acciones sustentables, entre otros.
A modo de ejemplo, Mariano dijo que colaboraron con Nativa en una iniciativa que premiaba al consumidor por devolver botellas en puntos específicos, logrando una buena repercusión en la campaña. “Si el cliente está incentivado, lo hace”, remarcó.
Asimismo, mencionó que también el pasaporte podrá integrarse en plataformas de e-commerce asegurando que el comprador online también tenga acceso a la misma información que quien compre en una tienda física.
La empresa trabaja principalmente con el rubro textil, tanto en Uruguay como en Colombia, Argentina y ahora ingresó a Portugal. “Es una de las industrias más contaminantes del mundo y, justamente por eso, una de las que más necesita herramientas digitales que mejoren la trazabilidad de su cadena de suministro”, explicó Piñeyrua. Además, en Uruguay están comenzando con empresas vinculadas a residuos, específicamente en orgánicos y en alimentos, “es un rubro que podría potenciar su circularidad a través de los pasaportes digitales”, indicó.
¿Cuánto cuesta y cómo se contrata? TraceSurfer opera con un modelo de licencia anual. El plan más básico tiene un costo de 420 dólares anuales e incluye hasta 1.000 pasaportes al año, lo que lo vuelve accesible incluso para microemprendimientos. Según el rubro, se puede emitir un pasaporte por lote (como en alimentos) o por unidad (ideal para trazabilidad en reciclaje o devolución).