Lo que primero fue un capricho o un gusto personal -hacer un vino con la variedad preferida de la familia- terminó luego siendo un producto que, sin muchas palabras, puede definirse como el mejor Malbec uruguayo. Sí, en tierras del Tannat, Viñas del Quintón se animó a dar el paso con la variedad emblema de la vecina orilla y buscó producir un Malbec made in UY cada vez más oriental.
Dicho de otro modo, desde 2012 Viñas del Quintón viene elaborando un vino que primero surgió para consumo propio, pero su exquisita calidad dejó al descubierto el desafío: crear el mejor Malbec uruguayo. Así surgió primero Bruna Insignia, de cosecha 2018, 100% Malbec con 16 meses de crianza en barricas de roble francés. Luego, de la cosecha 2019, llegó Bruna, un vino que, si bien tiene notas al Malbec francés, no es francés, y tampoco es el Malbec típicamente argentino, por lo tanto realmente es el Malbec uruguayo en toda su expresión.
Ahora, en el marco del Día Mundial del Malbec -que tiene lugar cada 17 de abril-, la bodega ubicada en el departamento de Colonia, entre Tarariras y El Semillero, sigue apostado a convertirse en el terroir uruguayo que mejor sabe de Malbec, presentando dos nuevos vinos: Petra -el primer blend de la casa- y Bruna del Plata, que viene de la mano de la excepcional vendimia que tuvo el país en 2020.
En el primer caso, se trata de un 70% del Malbec reserva 2019 -el de la etiqueta Bruna- fusionado con 30% de Cabernet Franc, dando como resultado un vino aterciopelado cuyo precio, en casas especializadas, promedia los $ 790.
En el segundo caso, Bruna del Plata es un Malbec sin barrica, es decir, con seis meses de guarda en botella, lo que le da una característica fresca y joven a un vino típicamente estacionado en madera. Con un valor aproximado de $ 590, Bruna del Plata llegó para rejuvenecer el Día Mundial del Malbec, que desde hace más de una década hace levantar copas en todos los rincones del mundo.
Vale remarcar que en Viñas del Quintón, un lugar que nació como casa de campo de fines de semana para sus propietarios -un matrimonio argentino-, se está elaborando la variedad Malbec en poco más de 7 hectáreas de las 120 hectáreas que la empresa tienen dedicadas al cultivo de viñas y olivares, lo que convierte a cada parcela, cada racimo, cada uva, en una selección especial.
Sin duda no son los primeros Malbec que se producen en Uruguay, pero sí los que más se destacan, producto quizá de que estas vides se trajeron directamente de Francia, cuna de esta cepa que, al fin de cuentas, no parece tener bandera ahora.