A comienzos de agosto, el senador Juan Sartori presentó un proyecto de ley que, según sus propias palabras, “busca establecer un uso legítimo, legal y seguro en los negocios vinculados con la producción y comercialización de monedas virtuales en Uruguay”. Dicho de otro modo, Sartori se lanzó a la idea de crear para el país el marco jurídico necesario para la utilización de bitcoins y criptomonedas en Uruguay.
Si bien, tal como el propio senador lo dijo en su exposición de motivos, tanto en Uruguay como en otros países de la región todavía “el porcentaje de personas que invierten en criptomonedas es bajo y el número de personas que las utilizan para comprar o cancelar obligaciones es aún menor, no estamos tan lejos de que dicha realidad lejana se convierta en un futuro cercano”.
Para analizar esta iniciativa a través de la visión de un experto en el tema, InfoNegocios dialogó con Juan Pablo Thieriot, CEO de Uphold, plataforma para intercambio de dinero digital con más de siete millones de clientes en 150 países, donde aprovechando la tecnología blockchain, se brinda a consumidores y empresas un fácil acceso a 55 activos digitales, 27 monedas nacionales, cuatro metales preciosos y 50 acciones fraccionarias de Estados Unidos.
“Contar con un marco legal con mucha claridad en este tema es importantísimo -sostuvo Thieriot-, porque es lo que le va a permitir a Uruguay moverse rápido y estar a la vanguardia. Es decir, todavía algunos países manejan este tema con zonas grises, incluso Estados Unidos no lo está haciendo del todo bien, generando incertidumbres en compañías como la nuestra. Pero con un marco legal claro Uruguay tiene una oportunidad única de ser dinámico y atraer inversiones, empleo, actividad, flujo económico. Pero esa oportunidad no la va a tener siempre, por eso creo que es inteligente lo que propone Sartori”.
Según el CEO de Uphold, que esta propuesta provenga del propio sistema político es interesante, porque la mayor resistencia hacia esta nueva economía digital proviene, desde hace tiempo, de los gobiernos y sus bancos centrales, que han venido manipulando la economía como mejor les ha convenido.
“Las monedas soberanas van a seguir teniendo obviamente su lugar, pero van a tener que competir cada vez más con monedas privadas”, dijo Thieriot, agregando que “las monedas que vienen de los gobiernos siempre tienen compromisos políticos que terminan haciendo que esa moneda se devalúe. En esto el dólar ha sido el rey, devaluando el 2.5% por año”.
“En cambio -dijo el CEO de Uphold-, las monedas privadas van a apreciarse todos los años, porque nunca se pueden imprimir más. Si alguien, en cinco años, tiene la decisión de recibir su sueldo en monedas privadas, sin duda va a hacerlo. Porque tener como unidad primaria en su tarjeta de débito una moneda que se aprecia y no devalúa será la elección lógica. ¿Eso a quién molesta? A gobiernos acostumbrados a 50 años de bancos centrales”.
Consultado acerca de cuáles serían las monedas electrónicas en que él sugeriría invertir, Thieriot dijo sin titubear que colocaría “el primer tercio en bitcoin, otro tercio en ethereum y el último tercio en competidores potenciales para ethereum, solana y polkadot, compraría y me olvidaría por dos años”.
Finalmente, para definir en pocas palabras lo que hoy significa el bitcoin en el mundo de los activos virtuales o criptoactivos, Thieriot sostuvo que “su posición es equivalente al oro físico, pero electrónico”.