Plantar una hectárea de olivos cuesta US$ 3.500 (sin contar la tierra)

En el Uruguay hay unas 6.000 hectáreas de olivares, concentradas en cuatro polos (Maldonado-Rocha, Treinta y Tres-Lavalleja, Colonia, y Paysandú-Río Negro) con la particularidad de que el 87% son plantaciones nuevas. Se prevé que en breve la superficie se eleve a 10.000 hectáreas. Esta actividad, sin contar el valor de la tierra, que varía según la extensión del campo o la ubicación en el mapa, suma unos US$ 21 millones de inversiones, ya que se calcula que, sin contar el valor de la tierra, el costo de instalación de una hectárea de olivares ronda los US$ 3.500. Entre 2006 y 2008 el país importó aceite de oliva y aceitunas por un valor promedio de US$ 5 millones, según se desprende de un estudio realizado por la Opypa y este año las cifras definitivas probablemente sean algo superiores. Pero ya estamos en condición de exportar. En el país ya se comercializan cuatro marcas de aceite de oliva extra virgen: “Los Ranchos”, “Olivar del Virrey”, “Colinas de Garzón” y “Aceite De la Sierra”; las dos últimas con premios internacionales en su haber. Y podría hablarse del comienzo de cierta “corriente exportadora”: en 2008 se colocaron afuera 418 litros por un valor de US$ 1.856; y en lo que va del año, se lleva exportado un volumen de 3.210 litros por un valor de US$ 27.318.

Hacia una gastronomía más sostenible

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