En el segundo semestre del 2012, las operaciones de cobranzas sumaron 44,7 millones por US$ 6.341 millones. El promedio de clientes por red es de 658, según el último reporte de pagos minoristas del Banco Central. Los pagos, que representan un volumen de operaciones significativamente menor, casi alcanzaron los 8,7 millones y un monto de US$ 2.064 millones.
Las operaciones de cobranza aumentaron 3% respecto al semestre anterior, en tanto que las de pagos lo hicieron 9%. En relación a los montos, el ascenso en la operativa de cobranzas significó 1% y en el de pagos 10%.
Uno de los hechos destacados del semestre, según el reporte del BCU, es el crecimiento de empresas públicas y privadas que contratan el servicio de pago que brindan las redes. Por un lado se tercerizan las cobranzas pero también se utilizan los servicios para realizar pagos en su nombre, por ejemplo, pasividades, devolución de impuestos, giros, retiros de dinero de dispensadores de efectivo y pago de salarios.
Las redes de cobranzas se encaminan a los 90 millones de operaciones al anuales
Con el correr de los años nos damos cuenta de las peripecias que teníamos que pasar para pagar nuestras facturas de UTE, Antel y OSE (sólo por nombrar las estatales) cuando no existían las redes de cobranzas y pagos. Este modelo de negocio que fue “inventado” por los agentes de quinielas que crearon Abitab hace 20 años. Hoy, el mercado está compuesto por dos jugadores privados (Abitab y Redpagos y el Correo Uruguayo, y se ha tornado indispensable para empresas y personas que semestralmente realizan cerca de 90 millones de operaciones en los más de mil locales habilitados en todo el país.
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