En 2013, el consumo llegó a 24,6 millones de litros, según los datos que nos acerca la gente de la consultora Euromonitor Internacional, basados en el canal retail y food service. El dato es significativo en volumen porque es más del doble de lo que colocaba la categoría cinco años antes (10,8 millones de litros). Ese consumo tiene su correlato en el per capita que también se duplicó pasando de 3,2 litros a 7,2 litros en el último lustro. En valor, el mercado se multiplicó casi por 4, pasando de US$ 13,8 millones en 2008 a US$ 47,2 millones en 2013.
Si tomamos como base una nota publicada ayer en El Observador, que hace alusión a datos relevados por la DGI, donde se asegura que el consumo de bebidas en 2013 totalizó 784,5 millones de litros, las aguas saborizadas representan el 3% del mercado total.
Aunque esté todo escrito, en materia de gustos de aguas con sabor, prima la naranja, pero no se quedan atrás el pomelo, la manzana y la pera, y más recientemente las limonadas (lima-limón, citrus).
Las aguas saborizadas encontraron lugar en las góndolas (en 2013 se tomaron 24,6 M de litros)
Les costó al principio pero están ocupando más lugar en las góndolas. Las aguas saborizadas, que hace unos años representaban apenas un porcentaje marginal en el negocio de las bebidas, fueron encontrando su lugar en un mercado cada vez más atomizado. Los grandes jugadores como Salus, H2Oh” (Pepsi) y Aquarius (Coca-Cola) siguen lanzando variedades de sabores para atraer a un consumidor que se aburre muy rápido... (seguí, hacé clic en el título)